Impulso a la transformación de las residencias de Gipuzkoa: unidades más pequeñas y habitaciones individuales

Gipuzkoa «está inmersa» en la transformación de su modelo de atención y cuidados para las personas mayores. Para extender esa apuesta en todo el territorio y materializar la transición hacia los cuidados del futuro, un reto que se viene dando desde hace ya varios años, la Diputación destinará a este objetivo 34 millones de euros en dos años. 20 de ellos provienen de los fondos Covid-19 que recibió el año pasado, 10 de los fondos europeos Next Generation y otros 4 del propio presupuesto del departamento de Políticas Sociales. En las próximas semanas, además, la Diputación activará una línea de ayudas para promover inversiones en los centros sociales de Gipuzkoa. Serán 12 millones de euros destinados, en parte, a la adecuación de las residencias.

¿Pero cómo van a cambiar estos centros? Las residencias se adaptarán respondiendo a las características del nuevo modelo, «organizada en pequeñas unidades convivenciales de alrededor de quince personas, espacios más abiertos y conectados a la comunidad, en habitaciones individuales y desde una perspectiva innovadora y personalizada, tanto en los espacios físicos, como en todo lo relacionado con la atención a los cuidados», ha explicado Peña. Entre los proyectos de reconversión y adecuación de los centros, ya hay varios en marcha, por ejemplo, en Iurreamendi (Tolosa), Iturbide (Arrasate), San Martín (Oñati), Atrsobakar (Lasarte), San José (Azkoitia), Txara I (Donostia), Zorroaga (Donostia), Egogain (Eibar), San Juan (Zestoa) y Santa Ana (Zarautz). «Los estados de las diferentes residencias son muy variables. Se ha realizado un análisis en todas. Algunos proyectos ya han finalizado y otros están en proceso o a punto de comenzar con las obras», ha aclarado la diputada de Políticas Sociales.

Entre las obras que van a comenzar a lo largo de esta semana están las de Zorroaga. Va a reconvertir su edificio-residencia Ernio, donde en la actualidad atienden a personas mayores autónomas y dependientes de grado 1. Cuenta con 67 plazas, más de la mitad en habitaciones dobles, y con espacios comunes donde coinciden la mayores de s. El objetivo es que este edificio se convierta en cuatro unidades convivenciales. Tras la obra, habrá «unas pocas habitaciones dobles para aquellas personas que quieran vivir con alguien y 43 individuales. El objetivo seguirá siendo el de prestar una atención integral más personalizada, con carácter más hogareño y menos institucional, basada en la convivencia y la interacción social entre los residentes», ha explicado la directora del centro. Este año se acometerán las dos primeras fases (en total son cuatro), con un presupuesto total de tres millones de euros. Se espera que las obras en su totalidad duren alrededor de año y medio.

En los próximos meses, además, se espera que entren en funcionamiento los nuevos centros de Usurbil, las viviendas con apoyos de Lugaritz (Donostia) y un nuevo centro en Intxaurrondo (Donostia). Además, la residencia de Adinberri en Pasaia, Arbes en Irun y el nuevo centro de Elgoibar se encuentran en fase de contratación de obras.

A la reconversión de las residencias y la creación de los nuevos centros le acompaña «una estrategia de atención en el domicilio. Ocho de cada diez mayores quieren seguir viviendo en su hogar y si no es en casa, como en casa».