
Secciones
Servicios
Destacamos
La psicóloga y psicopedagoga infantil y juvenil Mireia Centeno reclama «mayores recursos» en los centros escolares para atajar los casos de acoso escolar, porque «hay muchísimos más de los que nos llegan a la consulta», destaca.
– ¿Han aumentado el número de casos de bullying en las consultas de psicología?
– Hay más casos de todo en general, no solo de bullying, que se sitúan en torno a un 5% del total de las consultas. Aún así creo que todavía no llegan todos los que deberían ni todos los que hay, que son muchísimos más.
– ¿Por qué cree que ocurre?
– Muchas veces hay casos muy llamativos que han dejado una secuela muy grave y se derivan, pero en otros casos, desde fuera no parece que haya sido para tanto, aunque la víctima sí que tiene unas secuelas importantes. Por otro lado, no todas las familias tienen los recursos para acudir a la consulta. En este sentido, creo que todas las víctimas de bullying deberían hacer una sesión aunque sea de valoración porque muchas veces llegan tarde.
– Sin embargo, la sociedad está más sensibilizada al respecto. ¿Por qué es tan difícil de identificar?
– Por un lado, porque siempre se da a escondidas. Los acosadores y acosadoras saben muy bien cuándo y dónde tienen que hacerlo: a la hora del patio, en el cambio de clase, en el baño... donde saben que no hay personas adultas. Y tengo dudas de esa sensibilización. Sí que hemos puesto la palabra de 'bullying', pero en la sociedad la violencia está muy normalizada y eso se traslada al contexto escolar. Uno de los objetivos principales es educar en los colegios y trabajar con los alumnos observadores para que puedan identificar los casos de bullying y pedir ayuda. Tienen que saber que no por eso son unos chivatos.
– ¿Están fallando los protocolos?
– El protocolo es una herramienta pero hay que saber utilizarla y tener tiempo para usarla. Los colegios al final también son víctimas de un sistema educativo que tiene muchas carencias. Se necesitan más recursos. Lo ideal es que hubiera en todos los colegios un psicólogo escolar que pudiera tratar a esa víctima y a ese acosador en cuanto pasa.
– ¿Se producen ahora más agresiones verbales que físicas?
– Lo que ha cambiado creo que es que, aunque sigue habiendo agresiones físicas, no son de dejar moratón, sino empujones, tirones de pelo, zancadillas... Son más sutiles aunque hacen el mismo daño. Y las psicológicas se dan más en mayores.
– ¿Qué tipo de frases o situaciones escucha en su consulta?
– De todo, desde 'me encierran en el baño', 'me esconden mis cosas', 'me dejan de lado', 'no me hablan', 'x persona les ha dicho a los demás que no me hablen'... Además de motes e insultos racistas, homófobos, sobre todo a partir de Secundaria.
– ¿Qué suele alertar a los padres?
– Lo primero que nos dicen es que le ven muy solo o sola. Que no le invitan a los cumpleaños, o que quedan todos y no le llaman... Y después, el niño empieza a quejarse de algo concreto. Cuando empiezan a 'rascar' no es solo una cosa puntual sino que hay mucho más. Porque, aunque cada vez hay más niños y niñas que le ponen nombre al acoso que sufren, normalmente no suelen decir 'me están haciendo bullying'.
– ¿Qué repercusiones puede tener en la salud mental del menor? La Fiscalía alerta del aumento de intentos de suicidio.
– El acoso escolar deja un trauma, mayor o menor, pero las personas que lo sufren tienen ya un punto más para en un futuro tener trastornos de depresión, ansiedad... ¿Puede ser la única causa de suicidio? Suele haber más cosas, pero seguro que hay casos en los que ha tenido mucho peso.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.