
Ver 25 fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver 25 fotos
El 'María Reina Madre' se queda en el Cantábrico, donde se hundió el pasado viernes tras sufrir una vía de agua a 9 ... millas de Pasaia. Este pesquero con base en Galicia pero con bandera sa se fue a pique a 150 metros de profundidad, una distancia que hace que su reflotamiento sea una tarea prácticamente imposible, además de enormemente costosa en lo económico. Y en todo caso, sería competencia de Francia, ya que el buque se encuentra en aguas sas. Ahora es ya pasto de los peces, que tienen un nuevo inquilino entre el cual nadar en el fondo marino.
Pudo ser una tragedia, pero la rápida reacción de los marineros lo impidió. La vía de agua, que entró por la zona de máquinas del navío, se detectó a primera hora de la mañana, cuando gran parte de la tripulación dormía. Tras despertarlos, con lo puesto y descalzos, saltaron al bote salvavidas y avisaron a las emergencias. El patrón se quedó a bordo intentando controlar la entrada de agua pero el barco comenzó a escorarse y todos fueron rescatados por Salvamento Marítimo y trasladados al Puerto de Pasaia.
Con los marineros a salvo, el patrón volvió a la zona donde estaba el barco con una remolcadora, para reflotarlo y llevarlo a puerto, pero cuando llegaron al lugar ya estaba hundiéndose. Una de las principales preocupaciones era que se pudiera generar algún tipo de vertido a consecuencia del suceso, pero por el momento no ha ocurrido. «Después de hundirse permanecimos en el lugar 4 horas vigilando por si salía fuel y recogimos todo lo que quedó flotando: basuras, cajas, cabos… Pero gasoil cero», explica Óliver Peñil, patrón del 'Salvamar Orion', de Salvamento Marítimo, que rescató a la tripulación del 'María Reina Madre'.
Desde entonces no se ha vuelto a la zona, dado que han sido días de muy mala mar, pero Salvamento Marítimo (SM) mantiene la vigilancia para tratar de detectar cualquier posible contaminación. Fuentes de este organismo explican que el Centro de Coordinación de Salvamento (CCS) Marítimo en Bilbao, dependiente de la Dirección General de la Marina Mercante, está coordinando las labores de vigilancia, tanto «satelital como aérea». «Se han recibido pases de satélite, en las que se no detecta ningún derrame por hidrocarburo», señalan. Además, el helicóptero Helimer 211 de Salvamento Marítimo sobrevoló la zona el 13 de febrero y confirmó que no se apreciaban restos de contaminación.
Tampoco se han recibido alertas por parte de ningún barco que transite por la zona. «Es una zona de pesqueros y si hubiesen visto algo lo sabríamos», asegura Óliver Peñil, que descarta que tras casi una semana pueda aparecer gasoil. «Lo más normal es el que este tipo de vertidos se produzcan durante el hundimiento, cuando la presión del mar es más fuerte, porque en el fondo del mar la presión es menor». En este caso, al tratarse de un barco antiguo, «los tanques de gasoil están sellados», por lo que las posibilidades de que se fugue son menores. No obstante, Salvamento Marítimo sigue «en o permanente con sus homólogos ses, MRCC Etel», ya que el pesquero se hundió en aguas sas. «Acudimos por la cercanía a Pasaia, es una cuestión de buenas prácticas con los compañeros ses», explica Peñil.
Otro aspecto que se está valorando son las acciones que se podrían llevar a cabo con el buque hundido, algo que corresponde a la Dirección General de la Marina Mercante. No obstante, poder recuperar el barco se antoja prácticamente imposible. «Reflotar un barco es muy costoso y a esa profundidad es muy difícil. No se hace nunca», afirma el patrón del 'Salvamar Orion', que en sus 20 años de experiencia en la mar no ha visto extraer un barco hundido a tantos metros. «Y a menos tampoco. En la zona de Santander se hundió el año pasado un barco con tres fallecidos, uno de ellos que se quedó dentro del buque, a unos 100 metros de profundidad, y no se bajó a recuperar el cuerpo ni se reflotó», apunta.
Bajar a esas cotas exige maniobras con especialistas, y en todo caso son de «alto riesgo técnico», tal y como explica Javier Mendoza, presidente de la Federación Guipuzcoana de Buceo. «Bajar a 150 metros solo es accesible para buceo muy técnico. En este caso se trata de un barco muy pequeño y no creo que nadie se gaste el dinero para bajar con drones subacuáticos para ver cómo está», opina. En todo caso, son distancias que se quedan muy lejos del buceo deportivo que se practica habitualmente. «Nosotros bajamos a unos 20 metros de profundidad de media, aunque hacemos inmersiones hasta los 50 metros. Y las hacemos máximo a unas 2 millas de la costa, este barco está muy lejos, a 9», concluye.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.