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Oskar Ortiz de Guinea
San Sebastián
Viernes, 8 de noviembre 2024, 12:52
Varios de los ertzainas que intervinieron en el atestado tras la brutal agresión que sufrió Santi Coca han confirmado este viernes que el propio acusado ... reconoció, aquella misma madrugada, haber participado en la agresión que obligó a trasladar en estado crítico al menor donostiarra a la UCI del Hospital Donostia, donde falleció dos días después. Uno de los ertzainas que lo interrogó en los bajos del ayuntamiento, muy cerca de donde tuvieron lugar los hechos, ha asegurado que el procesado, conocido como 'el argelino', 'Moha' o 'Sami', le confesó «que la víctima le había agredido» en el pómulo y que «él no se iba a dejar pegar por nadie». Sin embargo, según el agente que visionó las grabaciones de las cámaras de seguridad, Santi «fue acorralado por varios» individuos, «entre ocho y diez», formando un tumulto que lleva a la víctima «hasta la pared» del Náutico, donde cae y «en el suelo recibió golpes durante 23 segundos» por parte de «todo el grupo».
El testimonio de cinco agentes –la Fiscalía ha renunciado a un sexto– ha acaparado la quinta jornada del juicio por la muerte de Santi Coca. Uno de ellos –junto a su compañero, que testificó este jueves– fue el primer policía en ser alertado cuando un conocido de la víctima acudió a la patrulla de la Ertzaintza que estaba en los bajos del ayuntamiento. Tras relatar lo sucedido, un agente acudió a auxiliar a la víctima y el otro se centró en tratar de identificar a los presuntos autores de la agresión, que «se estaban alejando» andando «a paso ligero». El chico, «desde lejos» porque «tenía miedo», le pudo referir al agente «esos son, esos son». El grupo, primeramente un grupo de «cuatro» y finalmente hasta «siete», fue interceptado y, «sin oponer resistencia», acudió a los soportales del consistorio para resguardarse de la lluvia y proceder a su identificación. Entre ellos estaba el encausado, que «por los pantalones blancos era al que más se le veía». Un ertzaina cree recordar que presentaba alguna mancha de sangre en los bajos del pantalón, pero no ha podido confirmarlo, ni si la mancha roja podía tratarse de vino.
Con este sospechoso, que al parecer estaba «nervioso» y «quería irse «a otro municipio cercano», hablaron al menos dos agentes, a quienes reconoció su «participación en la pelea», aunque precisando que fue Santi Coca quien le dio un puñetazo en primer lugar, y él no se iba «a dejar pegar por nadie».
La agresión, según un ertzaina que analizó las imágenes de las cámaras de seguridad, fue obra de «ocho o diez» varones que «acorralaron» a Santi hasta que se cayó, y después le siguieron golpeando. «Durante unos 23 segundos, la víctima está recibiendo golpes en el suelo», mientras algunos tratan de separar a los agresores. La paliza «acaba cuando la víctima está inconsciente» y el grupo se disuelve. Ha negado que en ese momento el acusado se acercara otra vez al menor donostiarra y le diera una «última patada en la cabeza, que rebotó contra la pared», según aseguró este jueves un testigo conocido con amigos comunes con el acusado.
Otro agente, que tomó declaraciones a testigos y participó en el visionado de las grabaciones recogidas por las cámaras de seguridad en la zona donde la víctima fue agredida, ha ido desgranando esta mañana el contenido de las imágenes, donde se aprecia la agresión y la participación de cada acusado. Además, ha apuntado que al encausado se le incautó «una cadena dorada» que guardaba en el forro de la chaqueta al que se accedía desde «un agujero en un bolsillo».
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