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Con la esperanza de dejar atrás seis meses de fuertes turbulencias políticas y sacar adelante grandes desafíos, el europeísta Nicusor Dan prestó este lunes juramento ... en Bucarest como presidente de Rumanía en una sesión conjunta de las dos Cámaras del Parlamento.
«Juro dedicar todas mis fuerzas y habilidades a la prosperidad espiritual y material del pueblo rumano, respetar la Constitución y las leyes del país, defender la democracia, los derechos y libertades fundamentales, la soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial de Rumanía. ¡Que Dios me ayude!», dijo Dan al jurar el cargo con la mano derecha sobre la Biblia y la Constitución.
Dan fue recibido posteriormente en el Palacio Presidencial de Cotroceni por Ilie Bolojan, jefe de Estado interino desde el 12 de febrero, tras la dimisión del liberal Klaus Iohannis. «El Estado rumano necesita una reforma profunda, por supuesto dentro de los límites del Estado de derecho», subrayó Dan, matemático de 55 años y exalcalde de Bucarest, en su primer discurso como presidente de Rumanía.
El nuevo jefe de Estado prometió que será un presidente «abierto a la sociedad» e instó a los rumanos a seguir ejerciendo «una presión positiva» sobre las instituciones del Estado para que se reformen. También hizo un llamamiento a todos los partidos para que actúen «en el interés nacional».
«Es de interés nacional para Rumanía contar con un Gobierno respaldado por una mayoría parlamentaria. Es de interés nacional para Rumanía que esta mayoría emprenda las reformas fiscales que el país necesita», añadió el mandatario, que considera importante para Bucarest «transmitir un mensaje de estabilidad a los mercados financieros».
Dan agradeció el sábado en un mensaje publicado en las redes sociales la confianza depositada en él por los votantes rumanos. El exalcalde de Bucarest prometió que con él como presidente -un cargo que tiene atribuciones en política exterior, Defensa y en el nombramiento de altos cargos, incluido el de primer ministro- el país seguirá «el camino democrático, proeuropeo y transatlántico con la esperanza de un futuro mejor».
No se puede ignorar, sin embargo, que el nuevo jefe de Estado asume el cargo en medio de una honda crisis política y económica y una fuerte desconfianza de los ciudadanos en las instituciones. Como primer paso hacia la recuperación, en los próximos días deberá nombrar a un primer ministro que lidere un gobierno de coalición estable.
Dan espera que el nuevo gabinete de coalición incluya a los cuatro partidos centristas y proeuropeos del Parlamento: el Partido Socialdemócrata (PSD), el Partido Nacional Liberal (PNL), la Unión Salvar Rumanía (USR) y la formación de la minoría húngara (UDMR). Las negociaciones para formar dicho gobierno podrían durar varias semanas.
A nivel interno, el país tiene crecientes problemas económicos: un problema de déficit presupuestario, alta inflación, alto desempleo, corrupción y una alta evasión fiscal. A nivel externo, Bucarest debe lidiar con las tensiones provocadas por la guerra de Ucrania y la amenaza rusa en Europa del este.
Dan ganó el pasado 18 de mayo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con el 53,6 % de los votos, tras derrotar al ultranacionalista trumpista George Simion, que obtuvo el 46,4%. Su victoria fue recibida con alivio por Bruselas y la OTAN ya que es europeísta, pro Alianza Atlántica y considera que el apoyo de Rumanía a Ucrania es vital para su propia seguridad frente a la creciente amenaza rusa.
Una victoria de Simion podría haber aislado a Rumanía en la UE y debilitado el flanco oriental de la OTAN. El líder ultranacionalista, declarado irador el presidente estadounidense, Donald Trump, había prometido congelar la ayuda militar a Ucrania en caso de ganar.
Rumanía ha sufrido estos últimos seis meses su mayor crisis política en 35 años de democracia, después de que el Tribunal Constitucional anulara los resultados de la primera vuelta de las presidenciales de noviembre de 2024 y ordenara repetir los comicios por la presunta injerencia rusa a favor del candidato ultranacionalista prorruso Calin Georgescu.
El Constitucional posteriormente inhabilitó a Georgescu por ese motivo y por irregularidades en la financiación de su campaña electoral, impidiéndole participar en estas elecciones como candidato. Entretanto, el país se ha mantenido sumergido en una crisis institucional inédita, con un presidente y un gobierno interinos. Dan deberá ahora trazar el nuevo rumbo del país.
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