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La comparsa de jubilados de Aiton Amonen Aterpea posando antes del desfile. FOTOGRAFÍAS VIÑAS

Pasaia

Como en aquellos felices años veinte

¿Puede un pueblo entero aliarse para viajar en el tiempo durante 24 horas? Los vecinos de Pasai Donibane demostraron este sábado que sí es posible

Elena Viñas

Pasaia

Sábado, 1 de marzo 2025

Bandas de gánsters, damas que dominan cada paso del charlestón, un aviador de sonoro nombre alemán, las mujeres raquetistas que conquistaron los frontones vascos ... e incluso un cabaret al completo. La calle empedrada de San Juan y sus inmediaciones fueron este sábado escenario de un ir y venir de personajes que solo existieron en la década de los veinte del siglo pasado.

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Más que un espejismo, la visión tomaba tintes de alucinación colectiva cuando se traspasaba el umbral de algunos bares del pueblo, ambientados como antaño. «En Meipi está el Gran Kursaal», anunciaba un sanjuandarra a sus amigos, refiriéndose a la carpa habilitada en el mencionado barrio para acoger la comida popular.

Los vecinos de Donibane se confabularon para realizar un viaje en el tiempo hasta aquella década en la que solo la música del Moulin Rouge silenciaba las armas de cuantos desafiaban la ley seca. «Lo mejor de los años veinte está aquí», aseguraban los habitantes de la población que por espacio de 24 horas mutó por obra y gracia del Carnaval.

Un desfile acaparó la atención de quienes no dudaron en sumarse a la fiesta. De abrirlo se encargaron los comparseros jubilados comandado por Luisma Laboa y Mari Juli Peña. Sus integrantes desafiaron al frío bailando bajo un sol que hacía brillar sus lentejuelas.

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Tras los veteranos, bailaban sin cesar las más pequeñas de la casa, seguidas de sus hermanas mayores, madres y algunas abuelas. «Una pena que los nombres no se animen tanto a salir», lamentaba una espectadora, mientras el resto del público no cesaba de tomar fotografías.

«¡Cómo bailan!». «Se lo han currado un año más». «¿De dónde habrán sacado esos vestidos? Están guapísimas». «Si no fuera por los jubilados, no tendríamos un Carnaval como este». «La comparsa de jóvenes también lo está dando todo». Los comentarios se sucedían mientras las actuaciones tomaban la carretera. San Juan volvía a aprobar con sobresaliente el reto de que toda la población se deje llevar por la magia de esta fiesta.

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