¿Vamos a consentir el genocidio de seres humanos? Mi amona me enseñó que hay que ser valiente y detener al agresor. Pidamos todos juntos ... parar esta locura. Las futuras generaciones nos preguntarán por qué no nos plantamos en su día ante lo que ocurría. Movilicémonos, seguro que otros nos secundarán. El agresor bravucón temblará y sus pies de barro se derretirán. Se trata de un monstruo de barro sin cabeza, no es un ser vivo sino un conjunto de factores estructurales sin un plan concreto a largo plazo. No se trata de una conspiración judeo-yanqui-centroeuropea, sino de varios factores socioeconómicos que coinciden en nuestro tiempo. Nadie nos va a echar una bomba atómica ni va a destruir nuestra economía si protestamos ya que la mayoría de ciudadanos del mundo como tú y como yo abominamos esa matanza. En realidad el monstruo no está ahí fuera, no nos damos cuenta pero el monstruo lo llevamos dentro y se llama miedo colectivo, un miedo infundado a perder lo que tenemos. Movilicémonos, ya veréis como volveremos a sonreír en las calles.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión

Publicidad