Las diez noticias clave de la jornada

El peligro de no salir un sábado por la tarde está en quedarse en casa viendo 'Cine de barrio'. RTVE lo sabe, y por aquello ... de las actitudes machistas y sexistas de algunas escenas, antes de cada película va a poner un cartelico que reza: «Las circunstancias contenidas en esta película se enmarcan en una época determinada y deben ser entendidas en el contexto social de dicha época». Acabáramos.

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Está claro que ni una película de entonces (y casi ninguna de las de ahora, pero ese es otro tema) pasaría el test de Bechdel, y que, a la hora de perpetuar estructuras sociales o de ayudar a su posibilidad de cambio, la importancia del cine es indiscutible. Pero si cuando ves 'Pero ¿en qué país vivimos?' se te antoja normal que Manolo Escobar le diga a Conchita Velasco que él nunca se casaría con una mujer que no supiera bordar y rezar, ahí no hay cartel que valga. Solo el ingreso en un campo de reeducación feminista.

Por el contrario, la advertencia que tendría que llevar 'Cine de barrio' es que las películas solo pudieran ser vistas por menores acompañados. Por sus abuelas, a ser posible. Así, cuando los chiquillos fliparan al ver cómo José Luis López Vázquez le prohibía a Gracita Morales ponerse un bikini porque ella era un mujer decente y él era español, la abuela les podría contar a los nietos que su abuelo Paco le decía lo mismo mientras se le iban los ojos detrás de las suecas. Y que se quedó descansando cuando estiró la pata, que también. Eso sí que es contexto. De paso, podrían hacer una sesión doble y ver 'Con la pata quebrada', el documental de Diego Galán que sigue la evolución de la imagen de la mujer en el cine español desde los años 30 hasta hoy. Eso, con unas buenas torrijas, es un planazo.

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