Ibiza

'Hippies' en Santa Eulària des Riu

El municipio ibicenco de Santa Eulària des Riu concentra una buena parte de los hippies que llegaron a Ibiza en la década de 1960.

Son los que (en teoría) han logrado resistir a los envites del consumismo exacerbado. Desde entonces, el cruce de culturas entre los forasteros venidos del 'mismo extranjero' (como decía un payés que este cronista conoció) y los habitantes vernáculos, fue enriqueciendo la vecindad y forjando un clima de convivencia amable que ha logrado generar un estilo de vida especialmente tranquilo y bohemio.

De aquel mensaje de buenismo existencial queda mucho en la isla, y muchos son también los herederos de aquella manera de entender la vida los que se han sumado a este feliz transcurrir existencial instalando sus bártulos y también sus empresas en territorio ibicenco.

El hecho es que los forasteros que visitan la isla se encuentran con lo de ayer, lo de hoy y lo que la municipalidad ibicenca sabe que hay que proteger para que en el futuro 'mañana' los que sigan llegando de cualquier parte del mundo puedan disfrutar de las calitas, las playas recónditas, los chiringuitos a pie de mar, los pueblos pintorescos y la universal tendencia de comer bien.

Además, hay que añadir que la isla de Ibiza brinda la posibilidad de practicar todo tipo de deportes náuticos… incluido el subidón adrenalínico que supone conducir una moto de agua o 'volar' en parasailing.

Santa Eulària des Riu es uno de los cinco municipios que conforman la isla. Está situado en el lado oriental de su geografía y lo componen cinco parroquias (así se llama en ibicenco): Santa Eulària, Sant Carles de Peralta, Santa Gertrudis de Fruitera, Jesús y Es Puig d'en Valls. La capital del municipio, Santa Eulàlia des Riu -bautizada así porque es el único lugar de la isla que tiene río-, está a tan solo 15 minutos en coche de Ibiza capital.

En sus 46 kilómetros de playa, esta parroquia tiene la fortuna de poseer algunas de las calas más bonitas de la isla donde poder bañarte desnudo/a sin que las puritanas denuncias prosperen. Son calas a las que se puede llegar en llaüt (embarcación de pesca tradicional) por mar; o en mehari (aquel coche de hierro de los 70's que trotaba por los caminos sin importarle que se le cayesen los tornillos) por tierra.

Deambular entre los puestos callejeros ibicencos es una de las actividades imprescindibles que cualquier turista que se precie tiene que practicar; y el mercadillo ubicado en la parroquia de San Carlos del municipio de Santa Eulària des Riu es el más famoso. Se llama Las Dalias (www.lasdalias.es).

Aunque el mercadillo se fundó en 1983, el lugar donde se instala es un terreno perteneciente a los herederos de una antigua casa payesa del siglo XVIII donde, en los albores de los años 60, se quedaron a vivir los primeros hippies; algunos pagando una miseria al propietario y otros sencillamente como autoinvitados.

Este mercadillo concentra una buena parte de los artesanos que han resistido hasta nuestros días, convertidos ahora ya en respetables ancianos, pero a los que se les ha ido añadiendo savia nueva: jóvenes ácratas decididos a poder vivir de lo que hacen con su talento y sus manos de artista. Si bien, hay que decir que, en la actualidad, el abanico consumista se ha ampliado a otro tipo de negocios… como prendas de ropa manufacturadas en serie, licores, o cosmética natural. Das Kapital no perdona.

Esta Semana Santa, estará operativo de jueves a domingo. Después, cuando venga el verano, se instalará como siempre: domingo, lunes y martes de 19 a 12:30; y los sábados todo el día… hasta que el cuerpo pida ir de juerga.

Otro atractivo de la zona es practicar senderismo circunvalando el pueblo, un recorrido pedestre de tres kilómetros que nos lleva a conocer los lugares más emblemáticos del municipio, como el Museo de Etnografía, una mansión con 300 años de antigüedad, en la que descubriremos las tradiciones de antaño.

Además en este recorrido no podemos dejar pasar la oportunidad de visitar la Iglesia Puig de Missa, templo construido en 1565 que tiene un magnífico porche encalado y que cuenta con una torre de vigilancia (siglo XVI) en lo alto de una colina; el Centro de Interpretación Can Planetes, que alberga los restos de un molino de agua construido en el siglo X alojado en las inmediaciones de una casa payesa; el puente Vell y la Fuente d'en Lluna, que presume de la leyenda del Fameliar, un duende de la mitología ibicenca que es capaz de hacer travesuras variadas y que para obtener uno se tiene que ir debajo del puente la noche de San Juan.

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