El PNV exige a Sortu que se posicione ante un nuevo ataque de Ernai contra sus sedes

El PNV reaccionó ayer con contundencia ante un nuevo ataque a una de sus sedes que volvió a llevar la firma de Ernai, la organización juvenil de la izquierda abertzale. El GBB emitió un comunicado en el que emplazó a Sortu a posicionarse públicamente sobre estas «ekintzas», después de que varios encapuchados lanzaran basura ante la entrada de su sede en Donostia, la principal en Gipuzkoa, y colocasen una pancarta ofensiva en la valla de , en la que se podía leer en euskera palabras como «mafiosos» o «sois basura». La elección de desechos como pieles de fruta como arma arrojadiza se debe a que Ernai pretendía protestar contra la inminente construcción de la incineradora en Zubieta. Los cerca de ocho jóvenes que participaron en el ataque a media tarde llevaban máscaras y un buzo blanco para que no se les pudiera reconocer, pero Ernai no tuvo inconveniente en dejar su firma en la pancarta colocada en la verja exterior.

Este reconocimiento de la autoría del ataque tampoco sorprendió demasiado al PNV, que el pasado jueves ya vio cómo varias decenas de sus batzokis amanecieron con pintadas después de que el partido jeltzale cerrara el acuerdo presupuestario con el Gobierno del PP. Entonces algunas de esas pintadas también llevaron la firma de Ernai. La misma organización juvenil que el viernes convocó una concentración ante la sede de Sabin Etxea, en Bilbao, para protestar de nuevo contra el pacto presupuestario del PNV. Aquel día algunos de los asistentes a la concentración exhibieron carteles en las que fusionaban las siglas de los dos partidos firmantes para decir: 'PPNV, no al fraude'. Aquel día no se produjeron incidentes.

Lo ocurrido ayer en Donostia supuso un salto cualitativo en la presión que Ernai está tratando de ejercer contra el PNV, ya que fue un ataque directo que, además, se produjo a plena luz del día. Fuentes del EBB denunciaron incluso que una joven se dedicó a grabar toda la escena desde el Paseo de los Pinos, en Aiete, donde se ubica la sede del GBB. A la noche, Ernai Donostia difundió el audiovisual en las redes sociales.

La ejecutiva del PNV de Gipuzkoa denunció que un grupo de ocho encapuchados se presentó a las 17.45 ante la sede donostiarra. Arrojaron basura, realizaron una pintada en la fachada principal y colocaron una pancarta en la valla exterior. Fuentes del GBB concretaron que los atacantes lograron traspasar la valla que rodea la sede y acceder al jardín, aunque sin entrar al edificio. En la pintada de la fachada principal se podía leer, en euskera, «Pararemos la incineradora», mientras que en la pancarta colocada en la valla estaban escritos, también en euskera y en letra de imprenta, insultos como «mafiosos», «sois basura» o «estáis acabados». Todo ello encabezado por la firma de Ernai.

Denuncia ante la Ertzaintza

El PNV denunció los hechos ante la Ertzaintza y una patrulla de la Policía autonómica se acercó a la sede del GBB para hacerse cargo de la investigación. El ataque se produjo en la primera jornada de una campaña de movilizaciones convocada desde ayer por el Movimiento Antiincineración de Gipuzkoa, que se opone a la planta de tratamiento de residuos cuyas obras comenzarán el próximo miércoles.

El GBB emitió un comunicado en el que emplazó a Sortu a «calificar públicamente su opinión y posicionamiento respecto a esta agresión de sus juventudes». Lamentó también que «quien nuevamente se esconde tras la cobardía de la capucha y realiza 'ekintzas' de agresión directa se sitúa fuera de la realidad y de la marcha y futuro de este pueblo». La ejecutiva de Joseba Egibar no tiene duda de que esas capuchas «tienen identificación: Ernai, la organización juvenil de Sortu». Pero advierte de que «se equivocan en las formas y en el fondo, porque actúan en contra de la decisión mayoritaria de la ciudadanía guipuzcoana expresada a través de las instituciones competentes» en torno a la incineradora. Concluye que «la basura arrojada y las pintadas se pueden limpiar, pero parece más difícil reciclar algunas actitudes y mentalidades».