«Sí, lo de Marlaska es feo, pero no injerencia en el Poder Judicial»

-¿El juez-ministro Marlaska está cometiendo una injerencia con el Poder Judicial en la investigación sobre la pandemia y las marchas del 8-M?

-No. Injerencia es cuando desde el Poder Ejecutivo se trata de obtener una decisión de otros poderes. Marlaska no ha dado ninguna instrucción a la jueza ni ha tratado de condicionarla.

-Se lo repregunto. ¿Es feo que un ministro, que además es juez, hable con un guardia civil en ejercicio de Policía Judicial?

-(Pausa) Es feo, sí, pero eso no significa que sea una injerencia.

-¿Que se investigue al rey emérito por corrupción constituye una fortaleza del Estado de Derecho?

-Es una fortaleza y es una tristeza. Fortaleza porque se tiene claro que la inimputabilidad se mantiene mientras se ejerce el cargo, no después. Y es una tristeza porque en el sistema institucional de una Monarquía, una actuación sobre un rey emérito supone una afección para ese sistema. No lo vería como un triunfo del Estado de Derecho, pero si hay motivo para investigar, pues adelante.

-El Covid-19 ha destapado las fallas de la informatización en la justicia vasca, una de las joyas de nuestra corona.

-Ya no lo era. En dos meses de pandemia hemos avanzado más que en cinco años con salud: vamos a tener el expediente judicial electrónico, ya está en marcha la compra de 600 portátiles ultraligeros... Estábamos muy mal, seguimos mal, pero ya tenemos un horizonte de mejora claro.

-¿Qué le ha parecido singularmente injusto de la pandemia?

-La muerte en solitario de los ancianos. Perseguible o, por lo menos, investigable a tope. No se puede justificar que un anciano muera sin poder dar la mano a un ser querido. Eso es tremendo.