Homenaje al primer niño asesinado por ETA
«José María siempre estará con nosotros»
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Homenaje al primer niño asesinado por ETA
«José María siempre estará con nosotros»La conmovedora escena de Carmen Carballo, la madre del primer niño asesinado por ETA, José María Piris, presidiendo el homenaje pendiente en memoria de su ... hijo, en San Vicente de Alcántara, Badajoz, ha emocionado a todos los presentes. Desde esta mañana un monolito inaugurado en el parque de Joaquín Sama, en su pueblo natal, recordará para siempre al pequeño de 13 años muerto en Azkoitia el 29 de marzo de 1980 al explotar un paquete con unos imanes abandonado en la calle que llamó su atención y resultó ser una bomba desprendida de los bajos del coche de un guardia civil al que los terroristas pretendían asesinar. «Mientras no se entiendan los unos y los otros, no podremos vivir en paz. Fueron cuatro hermanos y regresaron tres. Sin razón, pero obligados por ella, hubo que aprender de nuevo a ser, estar y vivir», se puede leer en la placa que preside el monolito, que lleva además grabada la imagen de cuatro amapolas blancas, símbolo de la paz, tres grandes y una de menor tamaño por el pequeño José María, al que el horror del terrorismo etarra impidió crecer.
«No hubo tiempo suficiente para el olvido, no lo habrá nunca y a partir de ahora mucho menos», ha clamado José María Antón, presidente de la Asociación Extremeña de Víctimas del Terrorismo, impulsor del acto de reconocimiento y memoria de su localidad natal, en el que ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de San Vicente de Alcántara.
«Siempre estará con nosotros», ha manifestado emocionado en presencia de la familia Piris Carballo entre los que no se encontraba Antonio Piris, el padre de José María, porque está hospitalizado. En su discurso, Antón ha rememorado que Carmen Carballo «hace tiempo que dio una lección» a quienes acabaron con al vida de su hijo, «y hoy se la vuelve a dar quedando escrita para toda la sociedad y generaciones futuras» las palabras que ella pronunció entonces: «Que hablen y se entiendan los unos y los otros para que tengamos un poquito de paz», y que ahora podamos convivir.
Antón ha expresado que José María Piris Carballo será para siempre «el ejemplo para toda la humanidad de que, todos aquellos que con su ideología pretendían la liberación de no sé qué, aquellos quienes fabricaron la maldita bomba, quienes la colocaron y la activaron, quienes eligieron el objetivo, todos ellos, todos se equivocaron. Ninguno de ellos consiguió lo que pretendía».
«Y por supuesto que se equivocaron quienes comunicaron mediante una carta socarrona y amorfa a esta familia que no lo sentían, que eran daños colaterales que era por el pueblo y por la causa», ha recordado para añadir que «no hay colateralidad que valga, lo que hicieron con aquella carta fue acrecentar y duplicar una nueva, tremenda, horrorosa y casi vergonzosa victimización. Volvieron a asesinar, pero no solamente al padre o la madre, sino a toda la familia».
Antón se ha dirigido a las autoridades presentes y también a las ausentes para decirles si se han preguntado «cómo fue el dolor y el sufrimiento de toda esta familia desde aquél fatídico día». «¿Cuántas ayudas sociales, asistenciales o económicas recibieron y cuándo? ¿Reciben hoy esa ayuda necesaria? ¿Han tenido en cuenta la violencia terrorista empleada contra ellos para la valoración de los grados de asistencia o para prescribir alguna dolencia física o psíquica que pudiera derivarse de tales circunstancias?», ha cuestionado. «Me temo que no, señores míos. Creo que es necesario darle una vuelta a la prestación de asistencia dirigida a personas que el Estado o la istración en general, no pudo, no supo o no quiso proteger», ha reclamado.
Antonio Piris y Carmen Carballo llegaron a Euskadi a finales de los 70 para buscar un futuro mejor «y resulta que se tuvieron que volver con un futuro peor, con una mano delante y otra detrás, y un hijo menos, enterrado en un ataúd blanco», volvía a recordar Antón con los asistentes al acto.
Al tributo, al que también ha asistido Fernando García el amigo azkoitiarra de José María, que a sus 11 años resultó herido en aquella explosión, ha contado con la presencia del alcalde de la localidad pacense, el socialista Andrés Hernáiz de Sixte; el presidente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Juan Francisco Benito; el director del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez; o el nuevo director de Derechos Humanos , Víctimas y Diversidad del Gobierno Vasco, Jagoba Álvarez Ereño. También han acudido autoridades extremeñas.
Hace dos años, en abril de 2022, el Gobierno Vasco tributó a Piris, también por primera vez, un homenaje en Azkoitia. Al acto, en la plaza de los Atanos, el lugar de la explosión, acudió su hermano Juan Antonio y allí pudo encontrarse después de 42 años con el amigo de José María, Fernando García. Ambos se fundieron en un emotivo abrazo.
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