La presidencia del TSJPV entra hoy en liza con duelo entre Subijana y Guerrero

Lo ocurrido en los últimos días en torno al CGPJ da la medida del pulso abierto por la composición del máximo órgano de gobierno de los jueces. En un gesto que ya había protagonizado en dos ocasiones anteriores y que acabó siendo baldío, el presidente del Consejo y del Supremo, Carlos Lesmes, decidió el lunes aplazar los nombramientos en cola ante la posible inminencia de un acuerdo entre el PSOE y el PP para zanjar la parálisis. Es decir, con la confianza de que los dos principales partidos renueven ya el Consejo y que sea éste el que resuelva las designaciones pendientes; entre ellas, la presidencia del TSJ vasco. Pero el paso de Lesmes generó una revuelta en sus propias filas, con ocho vocales pidiendo -y lográndolo en aplicación del reglamento- la inclusión de los nombramientos de nuevo en el orden del día del pleno de hoy. Entre esos ocho vocales se encuentran los dos para el País Vasco: la magistrada Victoria Cinto, propuesta en su día por los socialistas, y el jurista Enrique Lucas, que lo fue a iniciativa del PNV. Ninguno de los dos repetirá vocalía al impedir la normativa encadenar dos mandatos consecutivos.

Al pleno se ha llegado finalmente, pero sin que las designaciones puedan darse por hechas dado que una cosa es intentar forzar las votaciones y, otra, que estas vayan a reunir las mayorías exigidas. Son seis los candidatos que compiten por la plaza vasca: a los citados Subijana, Guerrero y Biurrun se suman el magistrado de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior Antonio García; el presidente de la Sala de lo Contencioso también del TSJPV, Luis Garrido, en la palestra en las últimas semanas por reabrir los bares y sus polémicas declaraciones sobre los epidemiólogos; y Edorta Etxarandio, juez de lo Mercantil de la Audiencia de Navarra. Este periódico informó, cuando se concretó la lista de aspirantes, de que la terna de favoritos se acotaba entonces a Subijana, asociado a Jueces y Juezas para la Democracia, y sus dos compañeros pertenecientes a la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura, Guerrero y García. Si la pugna a tres parece a estas horas reducida a dos es porque García opta, y en principio con opciones, a la plaza en la Sala de lo Civil del Supremo a la que concurrió en su día y que también está llamada a despejarse hoy.

Además de la autoridad intelectual que nadie le niega, Subijana tiene a su favor para el cargo su conocimiento del euskera y el respaldo de lo que se identifica con el progresismo judicial, mientras que en la posible elección de Guerrero, de la que se valoran sus dotes organizativas y sus buenas relaciones con el Gobierno Vasco, pesaría su condición de mujer en un universo que sigue masculinizado. Las fuentes citadas recuerdan lo ya sabido: que las mayorías cualificadas requeridas obligan a buscar consensos entre las dos alas del CGPJ y que en esos equilibrios entran en juego las distintas plazas que han de cubrirse. Simplificándolo mucho, las opciones de Subijana se afianzan en tanto lo hacen las de Antonio García para el Supremo. Y las de Guerrero irían al alza si las negociaciones para el Tribunal Superior vasco se cruzan con el de Canarias, donde los tres candidatos son hombres.