Illarramendi, de comodín a un fijo en el once

Ha sido titular en los últimos tres partidos de liga para un total de 257 minutos, quince más que los sumados en las diecisiete primeras citas

Iñigo Villamía

San Sebastián

Lunes, 6 de febrero 2023, 07:28 | Actualizado 08:01h.

Si hay alguien que ha salido 'beneficiado' con todo esto de las lesiones ese es Illarra, que desde que faltan hombres clave como ... Merino o Silva su presencia en la medular ha sido indiscutible. Imanol ha apostado ciegamente por él y diez más y su rendimiento ha estado a la altura si se tiene en cuenta que se trata de un jugador que ha gozado de muy poca regularidad a lo largo de los últimos tiempos.

El capitán, con contrato hasta el 30 de junio de este año y que todavía no ha renovado, acumula 257 minutos en los tres últimos partidos, quince más que los disputados de la jornada uno a la diecisiete, ambas incluidas (242). Jugó los noventa tanto en la victoria en Vallecas (jornada 18) como en el empate en el Santiago Bernabéu (jornada 19) y este domingo, frente al Valladolid (jornada 20), disputó 77 más antes de ser sustituido poco después de ver la cartulina amarilla con el 0-1 ya en el marcador.

En definitiva, el '4' realista ha pasado de ser un comodín –llegó a ser suplente cinco jornadas seguidas en el inicio de temporada– a ser un fijo en el once con el que el técnico oriotarra trata de competir cada semana pese al gran número de bajas. Una de las últimas la de Aritz, que provocó una pequeña revolución al tener que colocar a Barrenetxea de lateral derecho. Algo que, sin embargo, dejaba a Zubimendi en su sitio y a Illarra de interior izquierdo.

Rodeado de chavales –el centro del campo lo custodió él junto a Pablo Marín (19 años) y el propio Zubimendi (24)–, el mutrikuarra se encargó del trabajo sucio durante la primera parte y respondió con nota. Atento y activo, se mostró contundente en las ayudas y esa confianza le llevó a ser atrevido también en ataque. De hecho, salvo la ocasión clara de Sorloth pasada la media hora de juego que se estrelló en el poste y los dos intentos de Kubo desde fuera del área ya casi al final, suyas fueron las dos acciones con más intención.

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La primera es cierto que no tuvo peligro y que Masip atrapó el esférico a dos manos sin ningún tipo de problema. Pero la segunda sí, por mucho que el balón se marchara directamente fuera. Tras una falta botada por Robert Navarro desde el costado derecho, Illarra se desmarcó a la perfección para cabecear libre de marca. Solo le faltó afinar la puntería para marcar.

De interior a pivote

Las amonestaciones de Barrenetxea y Diego Rico antes del descanso obligaron a Imanol a hacer cambios durante el paso por los vestuarios. Zubeldia, central de inicio, se colocó en el flanco diestro dejando el centro de la zaga a Zubimendi, quien a su vez cedió su posición de pivote a Illarra. Así, el capitán de la Real dio poso al equipo atrás sin dejar de intentarlo en la zona alta. Pidió la segunda cartulina de Plano tras derribarle en una conducción y regaló un bonito pase a Kubo en el 65 antes de que este pusiera en aprietos a Masip. Al minuto vio la amarilla por juego peligroso a Monchu.