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La Real completará mañana en Valdebebas (21.00) su particular trilogía blanca con su tercer enfrentamiento ante el Real Madrid en tres semanas y ... en tres competiciones y escenarios diferentes. Todo es igual, pero distinto. Después de caer eliminada en Butarque en las semifinales de la Supercopa (3-2) y de perder en Liga F en Zubieta (1-4), el equipo de José Luis Sánchez Vera vuelve a verse las caras ante las de Alberto Toril ahora en la Copa de la Reina, en el Alfredo di Stéfano, y con un pase para las semifinales en juego.
«¿Cansarnos de jugar contra el Madrid? ¡Qué va! Son partidos que gusta mucho jugar a cualquier futbolista. El Real Madrid es un gran rival y eso lo hace más especial», manifiesta Lucía Rodríguez, que considera que haber jugado ya dos veces en pocos días «nos sirve para tener contextos más cercanos sobre cómo enfrentarnos a ellas y poder darles un susto».
Esos diferentes contextos de los que habla llevan a la defensa madrileña a la conclusión de que para poder dar la sorpresa necesitarán parecerse más a la Real de la Supercopa que a la de la Liga: «Es nuestra intención, acercarnos más a esa versión porque en Liga no estuvimos del todo bien», apunta. «En cuanto a sensaciones, creo que estuvimos más cerca de ellas en la Supercopa porque en el partido de Liga no salimos bien ni supimos reaccionar y al final, contra estos que tienen grandes jugadoras, todo eso se ve reflejado en el marcador. Como sucedió».
Sea como fuere, ambos partidos se saldaron con derrota y eso puede pesar mañana en el ánimo del equipo txuri-urdin, aunque Lucía se revuelve: «Yo siempre pienso que se puede ganar cualquier partido. Juego a fútbol para competir y ganar y si al final te acaban ganando porque son mejores, se les da la mano y listo, pero para nosotras es importante dar una buena versión porque creo que podemos competir bien, que podemos hacer las cosas bien y ponérselo difícil. Ese es el camino que queremos recorrer».
Como conocedora de la casa blanca, la jugadora de la Real espera a un Madrid «parecido al que hemos visto. Jugando en casa, y con las sensaciones que tuvieron en el partido de Liga, no creo que cambien muchas cosas. Va a seguir haciéndose fuerte desde la individualidad y desde ese juego vertical, que es lo que más les gusta».
Por eso propone para contrarrestarlo y alimentar esa esperanza de salir con el pase a las semifinales en el bolsillo «hacernos fuertes teniendo el balón y siendo protagonistas porque tenemos jugadoras con muchísimo potencial. En fase defensiva tenemos que ser sólidas, que a ellas les resulte muy incómodo el atacarnos, que no tengan opciones de correr, que es lo que más les gusta».
En resumen, competir y «plantearles un partido largo en el que ellas estén incómodas y tengamos también nuestras oportunidades».
Todo lo que haga falta para proseguir con su camino hacia una final, algo que Lucía reconoce que todavía «no nos lo planteamos. Vamos día a día, Jose nos hace mucho hincapié en eso. Creo que la final aún nos pilla muy lejos».
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