
«Es el mejor entrenador que ha podido tener la Real»
De campeón a campeón ·
John Toshack elogia la trayectoria en el banquillo de la Real de su expupilo, al que subió al primer equipo en la campaña 91/92Secciones
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John Toshack elogia la trayectoria en el banquillo de la Real de su expupilo, al que subió al primer equipo en la campaña 91/92S
i hay alguien que conoce muy bien a Imanol Alguacil, ése es John Toshack. Su historia en la Real arrancó en 1985 cuando la directiva ... que encabezaba Iñaki Alkiza entendió que había concluido el ciclo exitoso de Alberto Ormaetxea y decidieron fichar a un entrenador extranjero. El elegido en primera instancia era Billy McNeill, que había visitado Atocha con el Celtic de Glasgow en 1982 y estaba entrenando en segunda al Manchester City. Eran otros tiempos. Se reunieron con él en Londres pero ascendió y optó por seguir en Inglaterra. Eso sí, les recomendó a un joven entrenador galés que había ascendido al Swensea de cuarta a primera división y se había quedado sin trabajo en el Sporting de Lisboa. La primera toma de o fue en Biarritz y en cuanto llegó al Hotel Monte Igueldo se enamoró de la ciudad.
Sin embargo, no fue hasta su segunda etapa en el club cuando conoció al oriotarra, al que subió al primer equipo en la temporada 1991/92. Con el paso de los años el destino querría que aquel pupilo llevara a la Real a conquistar la Copa del Rey, relevando a su mentor como el anterior entrenador que había hecho campeón al club, un nexo triunfal que les unirá para siempre. Desde Girona, Toshack muestra su reconocimiento ante el que fue jugador suyo a principios de los noventa. «Lo ha hecho muy bien y me da pena que lo deje. Pero el fútbol son ciclos y todos hemos pasado por ahí».
El fútbol les juntó en 1991 cuando Toshack inició su segunda etapa en San Sebastián tras su primer paso por el Real Madrid. La Real afrontaba un periodo de reconstrucción después de las retiradas dos años atrás de Arconada y Zamora, las salidas de Loren y Billabona al Athletic y la marcha de Goikoetxea al Barcelona una vez concluida su cesión. En ese mismo verano en el que se hizo cargo del equipo, Aldridge decidió regresar a Inglaterra, a Richardson y Atkinson se les sacó el billete de vuelta y el Real Madrid fichó a Lasa. Había que empezar de cero.
De una tacada subió a una joven remesa del Sanse en la que estaba el oriotarra junto a los Yubero, Pikabea, Imaz, Guruzeta, Luis Pérez, Alkiza y compañía. Para arroparles se trajo a los portugueses Océano y Carlos Xavier y para marcar goles, a Kodro. «Quién me iba a decir que iba a llegar hasta donde ha llegado como entrenador cuando le subí al equipo. Recuerdo que era un chaval muy callado, por eso me sorprendió cuando vi la forma en la que ha vivido los partidos desde la banda. Pero sí que en el campo era un jugador muy intenso y entregado, y se ve que esa intensidad ha sabido transmitirla al equipo en estos años».
La historia les unió el 3 de abril de 2021 cuando Imanol tomó el testigo de Toshack como entrenador campeón de Copa con la Real 34 años después de aquella final de Zaragoza. «Fue muy emotivo vivir esa sensación de ser campeones de nuevo después de tanto tiempo. Cuando Illarramendi levantó la Copa me vinieron muchos recuerdos de nuestra final contra el Atlético. Sentí una gran felicidad. Lo que ha hecho este equipo en los últimos años merecía una alegría así».
Eso sí, como todos, echó en falta la presencia de público en un momento tan especial y único en la historia de un club. «Esos días son para vivirlos con la afición. Yo nunca podré olvidar aquella imagen en Zaragoza cuando salí de los vestuarios al campo y vi una marea txuri-urdin en la grada que me puso los pelos de punta. Pero las cosas son así y así hay que aceptarlas. El título vale igual y para un club de cantera es muy importante ser campeón porque te refuerza en tus convicciones».
Por este motivo da mucho valor a la Copa conseguida hace cuatro años en Sevilla «porque hay clubes que pueden ganar títulos todos los años, pero la Real no. Conseguir ser campeón en un torneo en el que están el Real Madrid y el Barcelona es muy complicado porque implica que seguramente tienes que ganar a uno de ellos o a los dos. En esta última vez tuvo que ganar en el Bernabéu en cuartos, igual que nosotros en 1988 aunque después no pudiésemos con el Barcelona en la final. Ser campeón con la Real es lo máximo e Imanol lo ha logrado. ¿Qué más se puede pedir?».
La brillante trayectoria del oriotarra en los banquillos le ha permitido sentarse a comer en la misma mesa que los grandes entrenadores del club, casos de Ormaetxea, Benito Díaz y el propio Toshack, al que arrebató hace dos años el récord de victorias en una temporada, que databa de la 1987/88 con 28 triunfos. Fue aquel ejercicio en el que la Real fue subcampeón de Liga por detrás del Real Madrid de la Quinta del Buitre y subcampeón de Copa tras perder la final ante el Barcelona. El actual técnico elevó aquella marca hasta las 30 victorias para certificar la histórica clasificación para la Champions League.
«Para mí fue un orgullo que fuese Imanol el que lo superase. Por el cariño que le tengo al haberle visto empezar como jugador y por lo que significaron aquellas últimas victorias para ser cuartos en la Liga y jugar la Champions. Me hizo ilusión porque siempre he creído que es bueno que sea un entrenador de la casa el que tenga los máximos récords posibles. Como pasó con las dos Ligas que ganó Ormaetxea y el récord de la imbatibilidad».
Sin embargo, hay registros que su expupilo no ha podido alcanzar como los 386 encuentros que dirigió al conjunto blanquiazul y que le colocan como el segundo entrenador con más partidos en el ránking histórico por detrás de Benito Díaz (389). «Pero ya ha dicho que piensa volver a entrenar a la Real, así que no sé yo», bromea el galés. «La verdad es que lo ha hecho muy bien y aún es joven para seguir entrenando muchos años más. Es el mejor entrenador que ha podido tener la Real. No hay más que ver dónde cogió al equipo y lo que ha conseguido. Es un gran chaval y me alegro por todo lo que ha conseguido».
A Toshack no le ha sorprendido la decisión de Imanol, «ya que en el fútbol no hay nada que me sorprenda», pero confiesa que «seguro que le habrá resultado difícil decir adiós al club de su vida. Para mí recuerdo que fue muy duro despedirme de la Real».
Sabe que «vivirá un día muy especial por ser el último partido en Anoeta, una jornada llena de emociones» y califica de «gesta» su bagaje al frente del equipo. «Meter cinco veces seguidas a la Real en Europa era algo impensable hace no mucho tiempo. En nuestra época nos costaba mucho entrar en competiciones europeas y, aunque ahora van más equipos, sigue siendo un gran logro».
Recalca, además, la forma en la que ha conseguido obtener buenos resultados, «con un estilo de juego muy definido que ha recibido elogios de todo el mundo, incluso en Europa con la temporada que hizo en Champions. La gente tiene que estarle muy agradecida. Me alegra también que sea Sergio Francisco su sustituto porque un entrenador de la casa siempre sabe lo que necesita el club».
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