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El Sanse no levanta cabeza. El filial realista volvió a caer este lunes ante el Mirandés en Anduva y ve cómo su situación clasificatoria es ... cada vez más complicada después de sumar solo tres puntos de los últimos venticuatro. Los mirandeses solo dispararon dos veces entre los dos palos, suficiente como para marcar dos goles, sumar tres puntos importantísimos y alejarse del descenso. Todo lo contrario el Sanse de Alonso. Esta vez no generó tanto peligro como otras veces, pese a que con 0-0 Caparrós Hernández no señaló un claro penalti de Odei cometido sobre Lobete que podría haber cambiado el devenir del encuentro.
No es que el Mirandés cuajase un partido sobresaliente, pero si otras veces el Sanse mereció puntuar por juego u ocasiones, ayer no fue el caso. Salvo ese claro agarrón de Odei sobre Lobete que pudo ser el 0-1, el filial no inquietó demasiado a Lizoain, que tuvo una noche plácida. Y eso que en los dos primeros minutos los realistas merodearon su área con acciones a balón parado. En ambas apareció Roberto López. En el minuto 1 intentó un gol olímpico, pero el portero estuvo atento para palmear el balón a saque de esquina. A continuación, y esta vez en corto, el maño colgó un centro preciso a Lobete, que completamente solo remató de cabeza fuera.
El primer tiempo fue insípido, sin ocasiones claras y con muchas imprecisiones en la medular. Ninguno fue capaz de hacerse dueño del juego. El Sanse sí que movía con más rapidez y calidad el cuero, pero una vez pisaba área, a los potrillos se les nublaba la vista. Se asomó el Mirandés en dos ocasiones, aunque sin demasiado peligro. Blasco repelió un disparo de Camello a córner mientras que Álex López cruzó demasiado un chut desde la frontal. Los realistas no mordían y tan solo dieron señales de vida con un buen Ander Martín, que encontró a Roberto López por dentro, pero su disparo se marchó alto. El primer tiempo terminó con un chut alto de Camello tras varios rechaces donostiarras.
El segundo acto comenzó de la misma manera, con errores en el pase y sin acciones destacadas, hasta que en el minuto 52 Caparrós Hernández interpretó que el claro y evidente abrazo de Odei a Lobete no era suficiente como para señalar una pena máxima sin discusión. El vizcaíno agarró por la cintura al lezoarra, que controló y buscaba el disparo hasta que se encontró la oposición antirreglamentaria local. Sigan, sigan. Lobete terminó desesperado.
Y en un visto y no visto, al Sanse se le fue el punto que guardaba con mimo. Antes, un mal rechace de Aldasoro terminó en un disparo cruzado de Imanol, el lateral mirandés. Hasta que una nueva pérdida en zona de iniciación, como tantas y tantas veces ha ocurrido durante esta temporada, condenaron al Sanse. Sangalli erró un pase en mediocampo y el Mirandés con tres pases encontró el premio. Brugué ganó la espalda a Pokorny y disparó forzado. El tiro se convirtió en asistencia para Camello, que se tiró al suelo ganando a Blasco para introducir el balón en la portería. Restaban veinte minutos.
Trató de responder el Sanse con acercamientos y disparos de Martín, un remate de cabeza de Lobete y buenos centros de Blasco y Karrikaburu que no encontraron compañero. El partido lo cerró el Mirandés con otro error de Pokorny. Brugué conectó con Riquelme para batir por bajo a Ayesa. Urge ganar.
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