El Ayuntamiento asume la propiedad del funicular de Igeldo 113 años después de su construcción

La reina María Cristina presidió su inauguración el 25 de agosto de 1912 y el 27 de diciembre de ese año, el Ministerio de Fomento otorgó a Monte Igueldo SA la concesión del funicular durante 99 años. Fue el tercero en construirse en España, tras los del Tibidabo (1901) y Valvidriera (1906), pero es el donostiarra el único que aún conserva los mecanismos y vagones originales.

El funicular fue proyectado por el ingeniero Emilio Huici y las obras fueron dirigidas por el ingeniero Severiano Goñi, representante de la casa suiza Von Roll Fonderie, de Berna, que equipó este sistema de transporte sobre raíles cuyo arrastre, asegurado por una máquina fija, cable tractor y un sistema de contrapesos, permite salvar los fuertes desniveles existentes, que alcanzan el 57,9% en su punto máximo. El recorrido total del funicular es de 312,5 metros y salva un desnivel de 151 metros entre la estación de la zona baja, a 11 metros sobre el nivel del mar, y el parque de atracciones, ubicado a 162 metros de altura.

El edificio de la estación inferior fue proyectado en estilo modernista por Luis Elizalde en 1912 y el de la estación superior es más sencillo y data del año 1930.

La concesión del funicular expiró el 28 de diciembre de 2011, pero ha sido objeto de numerosos acuerdos adoptados por el Gobierno Vasco, que han mantenido la continuidad del servicio. El 12 de noviembre de 2013, el ejecutivo autonómico notificó a Monte Igueldo SA que debía proceder a la reversión de los bienes adscritos al servicio. El 26 de diciembre de ese año se desestimó el recurso de alzada interpuesto por la concesionaria, que cuestionaba la reversión de algunos bienes al entender que solo debía entregar la infraestructura ferroviaria y los vagones.

Monte Igueldo SA recurrió a la vía judicial para hacer valer sus derechos, pero sus pretensiones fueron desestimadas en mayo de 2015 por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. La sentencia concluyó que todos los bienes privados, incluidas las estaciones, habían de ser entregados a la istración concedente, que reemplazaba a la empresa explotadora en todos los derechos de propiedad. El Tribunal Supremo también desestimó en 2017 el recurso de casación interpuesto por la concesionaria.

A finales de 2021, la directora de Transportes del Gobierno Vasco aprobó una última continuidad del servicio con un plazo máximo de 3 años. Esta prórroga comenzó el 19 de enero de 2022 y finalizó el pasado 19 de enero.

Por otro lado, el Parlamento Vasco aprobó la Ley 12/2022, de 15 de diciembre, de transporte por cable, que estableció en su disposición adicional segunda que los ayuntamientos de población superior a 50.000 habitantes se subrogarán en la posición de la Comunidad Autónoma del País Vasco como ente concedente de las instalaciones de transporte por cable de ámbito urbano que estén o hayan estado sujetas a concesiones istrativas. Esa ley entró en vigor el 29 de diciembre de 2022, momento en el que el Ayuntamiento donostiarra se subrogó en la posición del Gobierno Vasco como concedente del funicular a Monte Igueldo SA

El 8 de marzo de 2023 se remitió expediente relativo al funicular para articular la transferencia del servicio y permitir así al Ayuntamiento conocer el servicio y prestarlo con las garantías debidas. El Gobierno Vasco había adjudicado en agosto de 2022 una asistencia técnica para conocer el estado de la instalación. El Ayuntamiento esperó a disponer de este documento para valorar la posible continuidad del servicio. En mayo de 2024, pocos meses antes de la finalización de la última continuidad del servicio acordada por el Gobierno Vasco, el consistorio recibió un borrador del proyecto de restauración del funicular que «ofrecía dudas sobre el correcto funcionamiento del funicular», según detalla el dictamen aprobado esta semana en la Junta de Gobierno Local.

Por ese motivo y «partiendo de la consideración del interés público turístico en la continuidad del servicio, con objeto de asegurar que una posible continuidad del servicio pudiera llevarse a cabo en las debidas condiciones de seguridad», el Ayuntamiento encargó sendos informes al ingeniero Isidro Aliri Aristeguieta, para valorar el estado actual de la infraestructura, y a la empresa MM ZT GmbH, especializada en funiculares, para valorar la situación de la maquinaria e instalaciones. Estos informes han sido presentados entre enero y febrero de este año y en ellos se detallan los ajustes de mantenimiento que serían necesarios realizar para prestar con garantías el servicio.

Por otro lado, Monte Igueldo SA solicitó la semana pasada al Ayuntamiento una autorización provisional para dar continuidad a la explotación del funicular «hasta en tanto el Ayuntamiento adoptase una decisión definitiva sobre su futuro». El director de Proyectos y Obras emitió también la semana pasada un informe en el que dio el visto bueno a los estudios relativos al estado del funicular en el que señala que deben realizarse las actuaciones o trabajos de mantenimiento previstos en esos informes «con carácter previo a la puesta en marcha del funicular».

La directora de Movilidad emitió, por su parte, un informe en el que justifica autorizar el servicio de transporte con el funicular de Igeldo «en base al derecho a una movilidad que incluya el a la cultura y al ocio y que contribuya a la conservación y promoción del patrimonio histórico-cultural». En dicho informe se propone autorizar la explotación del servicio del funicular «por un plazo máximo de dos años en concordancia con lo informado por el director de Proyectos y Obras».

En la parte dispositiva se autoriza provisionalmente a Monte Igueldo SA a explotar el funicular «hasta en tanto se realicen los trámites necesarios para su restablecimiento con carácter definitivo, y como máximo por dos años desde que el presente acuerdo se notifique». La empresa debe realizar los trabajos de mantenimiento recogidos en los informes «con carácter previo a la puesta en marcha del funicular ». Los trabajos, cuyo presupuesto ronda los 120.000 euros, «serán por cuenta de Monte Igueldo SA», tendrán una vigencia de dos años y se deberán realizar con los controles especificados en los informes, y además incluirá un plan de mantenimiento de las infraestructura e instalaciones que asegure condiciones de funcionamiento adecuadas.

Monte Igueldo SA deberá suscribir una póliza de seguro de responsabilidad civil que establezca «su responsabilidad de todos los daños, perjuicios y accidentes de cualquier naturaleza que sean causados a los propios bienes, a terceras personas o al medio ambiente».