San Sebastián

El derribo parcial de la presa de Artikutza se acometerá en la primavera de 2026

A nivel tecnológico esta obra «será todo un reto», indica Iñigo García, concejal delegado de este departamento, tanto por la solución elegida como por la envergadura de la presa, que será la más grande jamás eliminada en Europa. Según los datos que maneja Dam Removal Europe, hasta la fecha, la presa más grande que se ha demolido en Europa es la del embalse de Vezins, en Francia, de 36 metros de altura. La presa de Enobieta, también conocida como el embalse de Artikutza, mide 43 metros de alto desde sus cimientos y tiene 180 metros de longitud de coronación.

Han pasado prácticamente seis años desde que el principal embalse de Artikutza se vaciara en su totalidad y más de dos desde que el Ayuntamiento de San Sebastián acordara solicitar la extinción de la autorización del aprovechamiento del agua del embalse y estudiar distintas opciones de demolición de la presa. Sobre la mesa se pusieron dos opciones: tirar toda la presa o derribarla parcialmente. Tras estudiar esas opciones desde un punto de vista tanto ambiental como económico, el consistorio determinó que la mejor alternativa era la de la demolición parcial.

El Ayuntamiento solicitó los permisos medioambientales pertinentes para realizar esta actuación y en octubre del pasado año recibió el informe favorable relativo a la autorización de la obra de demolición parcial. El informe incluyó una serie de condicionantes por lo que se contrató a Salaberria Ingenieritza para que procediera al ajuste del proyecto de obra y dar de esa forma respuesta a todos los requerimientos realizados. Esta empresa presentó en 2025 el proyecto de obra modificado, por lo que, tras la revisión por el director de Presa del Ayuntamiento, la obra se someterá el martes a la aprobación en Junta de Gobierno.

La solución que se ha elegido para actuar en este enclave, que está catalogado como Zona de Especial Conservación (ZEC) y Parque de la Red Natura 2000, es la de realizar una abertura en la presa que tenga la suficiente sección como para que, por un lado, no sea un obstáculo para el desagüe de las avenidas extraordinarias y por otro lado, ofrezca una geometría adecuada que permita la permeabilidad de la fauna. Así, se tratará de una escotadura de 7 metros de anchura centrada en el vano izquierdo del aliviadero de la presa. La escotadura será total, es decir, desde la coronación de la presa hasta al menos un metro por debajo de la cota del terreno.

García recuerda que se ha optado por la demolición parcial porque desde el punto de vista ambiental «no es factible realizar una demolición total de la presa, sobre todo por dos aspectos». El primero, es el amplio periodo necesario para realizar las obras y el impacto que esto puede tener sobre la biodiversidad del enclave. «No hay que olvidar que en Artikutza tenemos una población de desmán ibérico (Galemys pyrenaicus), especie que está en peligro de extinción», afirma el edil del PSE. Además, las galerías de la presa son utilizadas por varias especies de murciélagos de gran interés «por lo que estaríamos destruyendo su hábitat».

El segundo aspecto es el de la cantidad de material que habría que sacar fuera de la presa de Artikutza. «En el caso de la demolición total se generarían 10 veces más escombros que en el caso de la demolición parcial», comenta. La salida hacia el exterior presenta unas características que complican mucho este traslado «ya que habría que atravesar, además de la ZEC de Artikutza, otra ZEC (la de Aiako Harria) y además se trata de un tramo muy popular entre ciclistas con lo que el trasiego de camiones supondría un grave peligro». En la solución elegida de demolición parcial, la mayor parte de material generado en la demolición será reutilizado en la propia finca.

Por último, Iñigo García señala que esta actuación «representa una apuesta firme y decidida por la recuperación de uno de los espacios naturales más valiosos de nuestro entorno. No hablamos solo de desmontar una infraestructura obsoleta; hablamos de renaturalizar un ecosistema único, de devolverle su equilibrio natural y de garantizar su futuro como espacio vivo, sano y conectado».