
Secciones
Servicios
Destacamos
Fue una persona clave para labrar la identidad cultural, deportiva y festiva de la ciudad como hoy la conocemos. Rafael Aguirre Franco se despidió del ... mundo el año pasado, dejando atrás el legado de sus 33 años al frente del Centro de Atracción y Turismo (CAT), en los que consiguió revitalizar eventos como la Semana Grande, las pruebas de herri kirolak, las regatas de La Concha y crear el festival de Jazz. Pero si hay algo por lo que muchos le recuerdan es por impulsar y organizar durante años el Concurso Internacional de Fuegos Artificiales.
Fue precisamente su vínculo con los espectáculos pirotécnicos lo que permitió ayer traer de vuelta a la memoria su figura y hacerle el homenaje que la pandemia impidió después de su fallecimiento en julio de 2020, a los 83 años. Ocurrió al mediodía en el Palacio Miramar donde, en el marco de los Cursos de Verano de la UPV, se llevó a cabo una pequeña actividad dedicada a repasar la historia y la técnica que existe detrás de los fuegos artificiales en Euskadi y en el mundo. Allí se reunieron familiares y amigos de Aguirre Franco, a los que se unió el alcalde, Eneko Goia, junto a profesionales del sector. Entre ellos, el experto pirotécnico Felix Mª Goñi Urcelay e Izaskun Sarria, cuarta generación de la familia que está al frente de la pirotecnia vizcaína Astondoa. Ambos fueron ponentes del curso que precedió al homenaje.
«Donostiarra hasta la médula. Si tuviera que poner un epitafio, sería ese», señaló Goñi Urcelay en el recuerdo que tuvo de Aguirre Franco. Hizo un breve repaso de la evolución de los espectáculos pirotécnicos en la ciudad desde que el concurso celebrase su primera edición en 1964. «La década entre 1965 y 1975 fue prodigiosa, surgieron nuevos efectos, como la carcasa japonesa con forma de crisantemo (en esfera). Nunca se había visto nada por el estilo», afirmó este experto, quien apuntó otras innovaciones como los fuegos en forma de sauce, las candelas o las aleaciones con magnesio que a partir de 1975 permitieron dar más luminosidad a las pirotecnias. «Ahora son diez veces más luminosas que hace 50 años», aseguró, dejando claro que «detrás de todas estas innovaciones, que atraían a pirotécnicos de todo el mundo, estaba Rafa».
Goia, por su parte, reconoció que no tuvo «la fortuna» de conocerle pero no dudó en afirmar que «la Donostia que hoy conocemos como la conocemos es por su labor en muchos ámbitos» y en contextos históricos como el franquismo en los que rescatar algunos eventos «no resultaría nada fácil». «La filosofía de aquello tiene que pervivir. Si la ciudad es atractiva lo es por su identidad, y eso nos lo legó Rafael. El turismo que atraigamos será bueno si es porque sabemos poner en valor esa identidad», añadió.
Además de su paso por el CAT entre los años 1964 y 1997, Aguirre Franco también sumó una prolífica bibliografía de carácter literario, etnográfico y turístico.
La actividad organizada por los Cursos de Verano de la UPV, que sirvió para homenajear a Aguirre Franco, hizo un breve repaso de la historia, la ciencia y la técnica que se esconde detrás de los espectáculos de fuegos artificiales. El pirotécnico Felix Mª Goñi Urcelay colocó el origen en el descubrimiento de la pólvora en China en el siglo IX, pasando a ser arma de guerra hasta utilizarse por primera vez como espectáculo en el año 1500 en Italia. No fue hasta finales del XVIII cuando se tuvieron los conocimientos químicos necesarios para darles color y luminosidad. Los cartuchos de plástico abarataron su producción en la década de 1970 y a partir de 1990 llegaría el disparo electrónico.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.