Pablo posa en el 3 la calle Ramón y Cajal, pero en realidad el 695 pertenece a la calle 215 de Berazategui. ARIZMENDI

Ciudadanos

«Nos sentamos a la mesa de cualquiera pero pocos se sientan a la nuestra»

Pablo Memmo Carmona. River Plate está en transición pero volverá a 'ganar, gustar, golear'

Begoña del Teso

San Sebastián

Domingo, 1 de junio 2025, 07:50

En 2022, el 695, el bar de Pablo, de su hermana Lorena y de su madre Andrea Fabiana, acaparó páginas y más páginas de este periódico porque aquí se reunió gran parte de la colonia argentina afincada en Donostia para ver la final del Mundial de Fútbol. Sí, claro, esa. La que, contra Francia, ganaron Messi y otros. Contra Francia. Pero el balón sigue rodando, Andrea prepara una tortilla macanuda, la que le enseñó a hacer su madre, la gallega Maruja, y hay que preparar las maletas para llegar a Seattle el 20 de junio. Para el Mundial de Clubes. River está en el grupo del Inter (el Inter de portentoso Lautaro Martínez), el Urawa Red Diamonds japonés y el Monterrey mexicano.

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– Viajarás a Seattle con billete de vuelta abierto, supongo.

– Totalmente. Sueño con la final. No puedes entrar a Estados Unidos sin boleto de regreso, pero desde luego que lo llevo abierto. Piensa que ya en los octavos nos enfrentaríamos al Bayern o al Fluminense, campeón de la Libertadores en 2023. Impresionante.

– ¿Qué sabes de los clubes que os disputarán ser campeones de vuestro grupo?

– Del Inter no hace falta decir demasiado. Tremendo equipo al que la Real empató dos veces. Los japoneses siempre son duros y se ordenan perfectamente en el campo. Puede que no tengan mucho estilo, pero son terriblemente sólidos. El Monterrey ('Los Rayados') tiene a jugadores veteranos que se las saben todas, estrellas que brillaron a máximo nivel, Sergio Ramos, por ejemplo. Bordean los 40 pero siguen siendo peligrosos. Dicen que acaso sea el próximo destino de Cristiano...

– Y River, en transición.

– Pues francamente, sí. No funcionó Martín Demichelis como entrenador y no fueron demasiado buenos algunos de los fichajes que se hicieron. Tenemos toda la confianza puesta en Marcelo Gallardo, el míster actual. ¿Recuerdas? Mira, tengo aquí su foto enmarcada. 'El Muñeco' le llamaban cuando jugaba porque era pequeñito. Era un muy buen enganche. ¿Sabes lo que es?

– Creo que ese media punta que se engancha con los delanteros.

– Exacto. Perdimos en los play-off la oportunidad de quedar campeones, pero logramos una gran goleada frente a Independiente del Valle: 6-2. Recuperaremos el espíritu de 'El Negro Estrada', de Marcelo Gómez, del mismísimo 'Mostaza Merlo', auténtico 'one club man', solo jugó en River. El espíritu de Enzo scoli. ¿Sabes que el hijo de Zidane se llama así porque su padre iraba a ese delantero que nos ayudó a lograr cinco títulos? Te resumo, recuperaremos las tres 'G'.

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– ¿¿!!

– 'Gustar, ganar, golear'. Nosotros vamos al Monumental, nuestro estadio, a ver buen fútbol. No a ganar de cualquier manera. Ni por la mínima, aunque el resultado tiene, claro, toda su importancia.

– Es una filosofía peligrosa, ¿no? Cargaron contra Xavi cuando la defendía en el Barcelona.

– Es peligrosa, pero es la nuestra. Estilo. Una forma de entender el balompié y la vida. Cercana al 'jogo bonito' de aquel Brasil irable.

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– ¿Por qué se es de River?

– Porque naces siendo de River dado que lo fueron tus bisabuelos, tus abuelos y lo son tu madre, tu padre (se llama Rubén Darío, como el poeta), tu hermana. Porque te gusta tanto el fútbol que nada más venirme aquí (3 de junio de 2015) y como llegué a Oñati, me puse a jugar en el Aloña Mendi. De centrocampista defensivo, una posición magnífica en la que acabas siendo el líder nato del equipo pues todo el juego pasa por ti. Centrocampista como Mascherano. O Enzo Pérez, que sigue siendo muy bueno a sus 39 años, el corazón de River. O Castaño, el 5 de la selección de Colombia.

– ¿Por qué te viniste para acá?

– Tenía que alejarme de tanta inseguridad social.

– Tu vida, ¿fútbol y hostelería?

– Estudié cuatro años de abogacía. Porque siempre me había partido la cara defendiendo a mis compañeros en el colegio, en la calle. Aprendí en Derecho que los buenos no son siempre los buenos ni los malos los malos.

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– ¿El nombre de vuestro bar?

– ¿695? El número de la casa donde vivíamos. El 695 de la calle 215 de Berazategui, ciudad del Gran Buenos Aires.

– ¿Las empanadillas de tu madre?

– Buenísimas. Hechas con la mejor carne. De aquí. No creas, no añoramos los cortes argentinos. En este país hay carne excelente. Y, sorprendentemente, más variedades de patata que allá.

– Descanso semanal, los lunes.

– Íbamos a cerrar los martes, pero nos dimos cuenta de que ese día había partidos de Champions. Y nosotros somos un bar de fútbol. No podemos perdernos ni uno.

– Un derbi que te gustaría ver...

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– Cuando el Zaragoza suba, un Osasuna-Zaragoza. Dicen que eran encuentros muy picantes.

– En el titular vas un poco bastante 'sobrao', ¿no?

– ¿Qué quieres? River tiene catorce títulos. Entre otros, cuatro copas Libertadores. Podemos sentarnos a la mesa de cualquier grande. Pero no cualquiera puede hacerlo a la nuestra.

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