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El Eibar encara un nuevo derbi en Ipurua con el único aliento que le llegue desde los balcones de las torres que presiden el campo. ... El paso para el resto de la caballería que siempre le ayuda a defender su fuerte está cerrado a cal y canto, y, por tanto, se verá obligado hacer frente en solitario a la incursión que planea el Athletic. Ya sabe lo que espera, porque hasta que el campeonato se reanudó el pasado fin de semana ya sin público en todos los estadios, era el único que había tenido que afrontar el anterior derbi ante la Real a puerta cerrada, por lo que el conjunto azulgrana espera poder sacar partido de la dura lección aprendida en aquella experiencia.
En su vuelta a casa tras tres meses de ausencia por la pandemia, apenas le queda margen para especular. Las cuentas que ha hecho Mendilibar indican que el equipo armero necesita ganar al menos cuatro partidos para garantizarse la supervivencia en casa y, dada la nula capacidad mostrada hasta ahora para puntuar fuera, solo dispone de cinco oportunidades en Ipurua. Y la primera le enfrenta precisamente a un conjunto rojiblanco que ha logrado derribar la fortaleza azulgrana en tres de sus cinco visitas.
Para colmo, los eibarreses solo han sido capaces de ganar dos de los últimos diez encuentros ligueros, y tras acumular tres derrotas consecutivas, dos de ellas en su feudo, un nuevo revés, no solo minaría casi por completo su moral, sino que le dejaría a expensas de los errores demás, teniendo que solventar además otros cinco partidos a domicilio.
Aunque no haya ningún trofeo en juego, hoy es una auténtica final y es así como debe afrontarla el Eibar. Con todo y a por todas, porque por mucho que el Athletic quiera apurar sus cada vez más limitadas opciones de colarse en los puestos europeos, los armeros deben dejar patente que se juegan su ser o no ser en la categoría. La diferencia de aspiraciones es considerable y se tiene que notar.
Es por eso mismo por lo que el propio Mendilibar probó asaltar el feudo del Real Madrid con los reservas, salvaguardando la integridad de la mayor parte de sus soldados de mayor rango para esta ocasión. De hecho, se atisba tal vuelco al once inicial que presente Mendilibar que podría darse el caso de que solo Dmitrovic y Orellana repitieran. Es posible, incluso, que el de Zaldibar modifique su dibujo para recuperar el tradicional esquema 4-4-2 para dar cabida a una dupla atacante, en la que esta vez sí estará de inicio Enrich, probablemente acompañado por Charles, que no jugó ni un minuto en el reestreno liguero. Los cinco cambios se presentan como otra baza a explotar, ya que aunque no sirvieron para evitar la derrota en Madrid, sí que provocaron una importante transformación que le sirvió para adquirir una mayor confianza de cara al retorno a casa.
Con la única baja ya conocida y asumida de Ramis, los guipuzcoanos recuperan para este encuentro a Gonzalo Escalante, sancionado la última jornada por acumulación de tarjetas. El argentino se presenta como una de las principales novedades junto a Diop, Cote y otro nutrido grupo de efectivos que o bien se quedaron en la grada del Di Stéfano o que saltaron como revulsivo en la segunda mitad.
Si se cumplen las previsiones, el Eibar saltará al césped con su teórico equipo de gala, aunque por lo que dejó entrever Gaizka Garitano justo antes de que su equipo llevara a cabo su último entrenamiento previo al choque, el Athletic también se presentará aquí con su mejor traje, pese a que utilizara uno muy parecido en su primera cita ante el Atlético de Madrid.
Décimo en la tabla y aún a cinco puntos de una Liga Europa que se ha impuesto como objetivo, el técnico rojiblanco confía en dar continuidad a un juego que el domingo en San Mamés estuvo capitaneado por un Iker Muniain brillante y goleador, que permitió apabullar por momentos a los colchoneros.
A diferencia de lo que le ocurre a Mendilibar, el técnico de Derio dispone de una plantilla joven a la que puede exprimir y, como él mismo indicó, presentará un equipo muy reconocible, manteniendo la estructura. Esto podría traducirse en apenas dos o tres cambios, en función también de cómo amanezca Yuri Berchiche. La principal duda estriba en saber si Raúl García volverá a ocupar la plaza más adelantada o si será Iñaki Williams quien actúe de delantero centro. Parece poco probable que Garitano vaya a reservar a cualquiera de los dos, porque aunque no disponga de más de 72 horas antes de que arranque su próximo partido ante el Betis, debe empezar a reducir su desventaja de forma notoria para que sus aspiraciones no se vean frustradas casi a las primeras de cambio.
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