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J. F.
Jueves, 20 de febrero 2025, 18:37
Afrontar los retos del día a día con ánimo positivo y constructivo es todo un desafío para muchas personas. De ahí que Elsa Punset haya querido difundir un mensaje claro en una de sus últimas intervenciones públicas: «vamos a descubrir formas prácticas para despistar los pensamientos negativos y hacer la vida más agradable». Para ello se apoya en las reflexiones del terapeuta y director del Instituto Gestalt de Barcelona, Vicens Olivé.
Ambos abordan el tema de los pensamientos negativos y su impacto en la vida cotidiana, ofreciendo recomendaciones prácticas para gestionarlos. Según Punset y Olivé, los pensamientos son un arma de doble filo. «Con ellos también podemos morir de miedo, enfermar de pena, languidecer de aburrimiento, volvernos agresivos o simplemente contagiarnos de la tristeza de quienes nos rodean». Ambos especialistas reconocen que existe una constante lucha interna entre la atracción hacia pensamientos y emociones positivas y la tentación de caer en lo negativo, donde estos últimos pueden ser trampas peligrosas para la salud mental y física.
Olivé destaca en esta conversación en vídeo que muchos miedos se originan en experiencias pasadas y se proyectan en el presente. Así, por ejemplo cita a las relaciones de pareja, al miedo al abandono que puede llevar a comportamientos contraproducentes. Recomienda que «es muy importante hablar con la pareja, la comunicación es básica», y añade que «la comunicación es el mejor afrodisíaco que existe». En la relación con los hijos, señala que los padres a menudo generan «una culpa previa a ver los resultados», lo cual no ayuda. En cambio, sugiere fomentar «la confianza, el afecto, el cariño y sobre todo (...) la buena comunicación con los hijos».
En el ámbito profesional, los miedos más comunes son perder el empleo o no encontrar uno nuevo. Olivé advierte que «si uno enfoca el futuro con miedo tiene muchas más posibilidades que ese miedo se materialice». Por lo tanto, es crucial enfocar el futuro con confianza y ganas, entendiendo que «el cambio más importante empieza siempre por dentro».
Respecto al envejecimiento, Olivé critica la visión limitadora de que hacerse mayor implica menos tiempo y oportunidades. En cambio, propone centrarse en «la riqueza máxima (...) en la aquí y a la hora, el vivir el momento presente». Aconseja ver la vida como «un proceso de aprendizaje continuo», lo que puede ofrecer una perspectiva diferente y más positiva.
Para prevenir la influencia destructiva de los pensamientos negativos, Elsa Punset, autora de libros como 'Brújula para navegantes emocionales', propone un «menú de buenas influencias». Esto implica ser conscientes de las oportunidades positivas o negativas que nos llegan y elegir conscientemente cómo mejorar diferentes aspectos de la vida. Se trata de una estrategia para contrarrestar las influencias destructivas que pueden afectar nuestra salud mental y física.
«No se trata de ser perfectos, se trata de ser conscientes de que desde todos esos lugares del menú de la vida te están llegando ahora mismo oportunidades positivas o negativas». La clave está en elegir conscientemente cómo mejorar cada uno de estos aspectos, desde lo que pensamos y esperamos, hasta lo que oímos y sentimos. Sus reflexiones subrayan la importancia de la inteligencia emocional: «No solo nos alimentamos con lo que comemos sino con lo que pensamos, con lo que esperamos, con lo que oímos y con lo que sentimos, así que elige para tu cuerpo y para tu mente un menú saludable... no es magia es inteligencia emocional».
Comunicación en las relaciones, hablar abiertamente con la pareja y los hijos para disminuir miedos y fomentar la confianza
Confianza en el futuro, enfocarlo con confianza y ganas, en lugar de con miedo
Vivir el presente, centrarse en el presente y ver la vida como un proceso de aprendizaje continuo, especialmente en relación con el envejecimiento
Inteligencia emocional, ser conscientes de cómo alimentamos nuestra mente, al igual que nuestro cuerpo, con pensamientos y emociones saludables
Identificar los miedos, reconocer los que se originan en experiencias pasadas y cómo se proyectan en el presente
Menú de buenas influencias, elegir conscientemente influencias positivas en lo que pensamos, esperamos, oímos y sentimos
Finalmente ambos enfatizan que nuestro bienestar se alimenta no solo de lo que comemos, sino también de lo que pensamos, esperamos, oímos y sentimos, subrayando la importancia de la inteligencia emocional.
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