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Los feligreses que acudieron ayer a misa de siete en el Buen Pastor se enteraron por el párroco de la elección del nuevo Papa. Los que se encontraban en las terrazas de las inmediaciones, por el redoble de las campanas de la catedral durante media hora. Entre los que acudieron al oficio, celebrado en una de las capillas laterales, la mayoría se mostró partidaria de un Papado continuista. Cuando entraron al templo aún no se sabía el nombre del elegido, pero cuando salieron sí. El deseo más compartido apuntaba a que su Ponfificado vaya «en línea con el de Francisco, pero haciendo las cosas a su manera, claro».
Rosa y Virginia
Era el caso de las jóvenes hermanas madrileñas Rosa y Virginia Pellitero, que acostumbran a acudir a misa a diario y que manifestaban su esperanza en que León XIV «guíe a la Iglesia por el camino del Papa Francisco», es decir, «de la humildad, la sencillez y la misericordia, abrazando y sirviendo a los pobres. Que nos lleve a Cristo». También había quien veía difícil que emule a Francisco «porque ha dejado la vara muy alta». Era el caso de Nahuel Peillat y Paula Mannino, una pareja de porteños afincados en Zizurkil hace seis meses. «Nos conformamos con que el nuevo se acerque la mitad que Francisco a las minorías excluidas en la Historia de la Iglesia, a las mujeres y las personas LGTBI».
Nahuel Peillat y Paula Mannino
La donostiarra Maribel García se mostraba prudente a la hora de opinar porque el de Santo Padre «es un cargo político y religioso» para preguntarse de seguido: «¿Que sea muy abierto? No lo sé. Que lo sea, pero guardando la espiritualidad». Aunque habitualmente acude a otra parroquia, Maribel escuchó misa ayer en el Buen Pastor «atraída por las campanadas». Sí es habitual de esta catedral el también donostiarra Javier Ganuza, que hacía votos para que «una vez pasada la novedad de su nombramiento, se le escuche. Que actúe en la línea de Francisco, pero su manera».
Javier Ganuza
Plena confianza ante el nuevo Papa era la que mostraban la mexicana Katyna Sada y la madrileña Almudena Corcho. «El nuevo Papa va a hacer muchísimo bien porque es estadounidense y en ese país la gente es muy coherente con su fe. Nos dan ejemplo de vida y de apostolado», aseguraban, a la vez que destacaban la condición de hispanohablante de León XIV. «Al conocer quién era el elegido, se me ha puesto la piel de gallina», aseguraba Almudena.
Katyna Sada y Almudena Corcho
Cincuenta y ocho años de matrimonio y cuatro más de noviazgo contemplan al oñatiarra Tomás Errasti y a Elena Alcalá, que también hacían votos para que el recién nombrado Papa «sea como Francisco y se preocupe por los marginados, los pobres, los enfermos y los niños. Que se preocupe por la Humanidad». A Elena también mencionaba como referentes a Pío XII, Juan XXIII y Pablo VI. Y otro testimonio a favor del continuismo en el Vaticano era el de la donostiarra Mari Carmen Álvarez: «Que siga en la línea de Francisco, que ha hecho muchos avances y que el nuevo prosiga con la apertura y la renovación, que son la esencia de la Iglesia».
Tomás Errasti y Elena Alcalá
No todos eran creyentes. Algunos lo hicieron para coger el pulso al nombramiento de Robert Prevost en el interior del propio templo, durante la celebración de la misa. Era el caso de los donostiarra Julen Olaizola y Mercedes Díaz, que no obstante, pedían «que sea un Papa para todos.
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