
Secciones
Servicios
Destacamos
Las estaciones de esquí ensayan nuevas fórmulas para atraer visitantes más allá de la temporada de nieve. A la amplia oferta de actividades ... relacionadas con el excursionismo y los deportes de aventura que programan durante los meses de verano se ha sumado en los últimos tiempos la habilitación de miradores en puntos desde los que se divisan panorámicas privilegiadas. La construcción de esas pasarelas panorámicas, que hizo fortuna a principios de siglo en estaciones de los Alpes, ha llegado a los Pirineos y centros invernales como Porté Puymorens y sobre todo Pic du Midi, ambos al otro lado de la frontera, han estrenado en los últimos años miradores con una aceptación más que notable entre sus visitantes.
Aramón, la empresa pública que gestiona algunas de las principales estaciones de esquí aragonesas, quiere aprovechar el tirón y ha proyectado una pasarela de 11,6 metros de largo en lo más alto de Panticosa. Se trata de una estructura suspendida de hierro y hormigón con cierre de cristal que se emplazaría en el monte Mandilar, a pie de la plataforma superior del telesilla Javier Escartín, a 2.209 metros de altura. La pasarela se ubicaría a unos pocos metros del remonte, lo que facilitaría el de los visitantes tanto en la temporada de esquí como fuera de ella. El lugar, de hecho, es ya aprovechado ahora por muchos esquiadores para contemplar las espectaculares vistas que ofrece mientras se toman un respiro entre descenso y descenso.
La iniciativa busca sobre todo potenciar el papel de Panticosa como receptora de turismo de verano. En el reparto de papeles de Aramón, la pequeña estación funciona en temporada de esquí como la 'hermana pequeña' de Formigal, el coloso que concentra el grueso de la inversión en remontes mecánicos y que aglutina el mayor número de visitantes. Panticosa, de dimensiones mucho más modestas, queda como estación para esquiar en familia y también como alternativa a Formigal cuando las aglomeraciones hacen que acceder a las pistas del gigante del Valle de Tena se vuelva muy incómodo.
Los papeles se invierten en verano, ya que el entorno de Panticosa ofrece un paisaje de alta montaña más 'amable' que el de Formigal que se suaviza aún más con la apertura de los remontes que permiten el a los visitantes sin apenas esfuerzo. El telecabina cerrado que desde 1998 lleva en verano a los excursionistas del pueblo a la estación intimida menos a las visitas poco familiarizadas con los remontes de la nieve que los telesillas abiertos. La pasarela, para la que aún no se ha fijado fecha de construcción, se erigiría así en una de las referencias de esa clase de turismo con la ventaja de que también podrá ser aprovechada por los esquiadores.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.