Beltrán de Heredia: «Hemos tomado decisiones a veces incomprendidas, pero nunca improvisadas»

- ¿Esperaba que la imagen de la entrada en la nueva normalidad de Euskadi fuese la del saludo entre el lehendakari Iñigo Urkullu y el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla?

- No era esperable esta situación. Pero como todo en este proceso que estamos viviendo desde el confinamiento y en la desescalada, cada día hay novedades y situaciones que a todos nos está tocando gestionar. Sin duda que esta cuestión o este acto no estaba previsto pero son dos comunidades que han levantado el estado de alarma antes de su final y eso facilita que la comunicación entre ambas haya sido posible antes.

- Hoy ya está todo el país fuera del estado de alarma. ¿Era tan urgente que tras 96 en esa situación excepcional se adelantara la salida 48 horas en Euskadi?

- La situación sanitaria positiva ha hecho posible esto. Y el propio decreto que preveía el levantamiento del estado de alarma para el día 21 también contemplaba esta posibilidad. Ha coincidido que Cantabria también lo adelantó y por eso se activó antes la movilidad entre ambas comunidades. No pasó lo mismo con Navarra y La Rioja, y con ellas se retomará hoy la movilidad.

- ¿Se tiene cierto vértigo a la libre movilidad que queda fijada hoy y a la apertura de la frontera con Francia?

- Estamos en una situación sanitaria que hace posible esa apertura. Pero hay que seguir insistiendo a la ciudadanía de que estamos en una situación de vigilancia epidemiológica en Euskadi. No podemos relajarnos al 100%. Debemos seguir adoptando las medidas recomendadas.

- En un año normal estaríamos a punto de iniciar la operación salida de verano. ¿Cómo será este año?

- Ahora mismo, si todo fuera normal, estaríamos en el departamento de Seguridad ocupándonos de la Eurocopa de fútbol. Y pensando en la organización de la operación salida. La operación salida de este año todavía tiene un nivel de incertidumbre alto. No sabemos qué va a pasar con la 'Operación Estrecho', que a nosotros nos afecta de una manera importante. El año pasado transitaron por Euskadi alrededor de 1,8 millones de vehículos en todo el verano. Este año todavía no sabemos cómo será y le daremos solución a medida que tengamos certezas.

- ¿En estos meses ha habido dudas en el Gobierno Vasco en torno a que no se pudiera cumplir el calendario de desescalada?

- Ha habido un seguimiento continuo de los datos sanitarios por parte de Salud sobre la evolución de la pandemia. Eso dentro de la incertidumbre en cuanto al comportamiento de la enfermedad. Ninguna de las decisiones que se han adoptado han sido sin tener un conocimiento previo ni disponer de unas garantías sanitarias.

- ¿No ha habido ninguna decisión improvisada?

- Ha podido haber decisiones que han tenido que ser ágiles o rápidas, pero no improvisadas. Las decisiones tomadas han estado basadas en el conocimiento de la situación sanitaria. Han sido decisiones que se han tomado de forma rápida, pero todas han estado pensadas.

- ¿Cambiaría algunas de las decisiones adoptadas o las tomaría de forma?

- Todo ha sido muy rápido y nos hemos encontrado desde el Gobierno Vasco con decisiones, por ejemplo los cambios de fase, que el Ejecutivo central comunicaba un viernes y teníamos que elaborar su decreto correspondiente en el margen que nos dejaba esa normativa estatal. En muy pocas horas. Se ha trabajado en unos ritmos muy rápidos y eso ha podido generar cierta confusión en la propia ciudadanía. En alguna ocasión confieso que nos hubiera gustado disponer de más tiempo para adoptar las decisiones pero nos hemos visto obligados a seguir el ritmo del Estado.

- ¿Han sentido la presión de la ciudadanía y el enfado a veces en esos momentos?

- Hemos visto que en la ciudadanía ha habido momentos de ansiedad por recuperar la normalidad. Hemos sentido presión en ese sentido. Y también en el contrario, en el sentido de que había que echar el freno. Las decisiones las hemos tomado teniendo en cuenta todas las presiones pero siempre que tuvieran garantía suficiente.

- En esta desescalada se le recordará por explicar un lunes que en la fase 1 no se permitían las reuniones en los domicilios y por pedir a los bañistas que si ven la playa llena se vuelvan para casa...

- (Ríe) Lo de la playa me parece una cosa razonable.

- Me quería referir a que siempre ha apelado a la solidaridad y a la conciencia ciudadana para actuar en cada etapa.

- Insisto en que ha sido una prueba importante la que hemos tenido que superar los que hemos tenido que gestionar esta situación. Hemos tenido que tomar decisiones en muchas casos incomprendidas por buena parte de la ciudadanía. Pero ha sido un esfuerzo importante para la ciudadanía y ha demostrado estar a la altura. En general destacaría el grado de concienciación y el de compresión respecto a las normas que se han ido adoptando.

- Pese a esa compresión, Ertzaintza y policías locales han interpuesto más de 30.000 denuncias durante el estado de alarma.

- El mayor número de denuncias se interpusieron en los primeros días del estado de alarma, durante el confinamiento más severo. El objetivo claro de Ertzaintza y policías locales ha sido el de preservar la salud de la ciudadanía. Hicieron y seguimos haciendo una labor importante de pedagogía. Han sido miles y miles de preguntas las que ha acumulado el departamento tanto de forma telemática como telefónica. Solo en el domingo previo al pase a la fase 2 de la desescalada, llegaron 5.000 preguntas por escrito al departamento.

- Aproximadamente son 1.500 las denuncias que ya han sido tramitadas y abonadas por los infractores. Tras decaer el estado de alarma, ¿hay garantías de que el resto se vaya a poder tramitar?

- El departamento está tramitando todas las sanciones que se interpusieron. Alrededor de 8.000 han sido incoadas y el procedimiento sigue. Son sanciones istrativas, por tanto siguen con las garantías de todo proceso istrativo. Una vez que son comunicadas, la persona sancionada tiene un periodo para presentar las alegaciones, que serán cotejadas y se tomará en cada caso la decisión que corresponda.

- ¿Ha dado la orden para que en la nueva normalidad la Ertzaintza o la policía local sancione con hasta 100 euros a los que no lleven mascarilla?

- La Ertzaintza y la policía local son los encargados de vigilar el cumplimiento de las normas. En base a esa vigilancia si se observa un incumplimiento, se aplicará la normativa y se sancionará.

- Si hay demasiados niños en un parque, ¿se le va a llamar la atención a los padres y se les multará?

- Demasiados… ¿cuántos son demasiados?

- Un niño por cada ocho metros cuadrados dice la orden.

- La Ertzaintza y las policías locales han hecho una labor de pedagogía increíble a la hora de informar previamente y aclarar dudas a los ciudadanos. Por eso, ahora también insistiremos en la pedagogía, y si hay un riesgo manifiesto para la salud, en última instancia, se recurrirá a la sanción.

- Otra gran duda. En las discotecas a un 60% de aforo no se va a poder bailar, pero no hay prohibiciones en los bares al 100% de su aforo. Resulta raro cuando menos…

- Las normas van orientadas a preservar las medidas sanitarias y evitar las posibles situaciones en las que se puede dar más riesgo de contagio y o interpersonal. Depende de todos nosotros que las cosas vayan bien en este ámbito.

- Y otra. La Concha puede acoger a más de 20.000 personas tomando el sol con marea baja, pero no se puede celebrar un concierto al aire libre para más de 1.000 personas. ¿Eso no se podría modular?

- Disfrutar de la playa y el uso que se puede hacer de ella y las actitudes y conductas alrededor de un concierto son diferentes. En cualquier caso son medidas que viendo como vaya evolucionando la situación se pueden ir corrigiendo en las próximas semanas.

- Se prevé, por tanto, que a lo largo de esta nueva normalidad se vaya revisando la orden cada semana o cada quince días y tengamos versiones 1.0, 2.0 o 3.0 de la misma.

- La propia orden establece que se podrá ir adaptando a las circunstancias. Espero que además esa adaptación sea en un sentido aperturista por tener la enfermedad y las posibilidades de contagio controladas. Es importante ir dando pasos, pero siempre sobre seguro, y si es necesario en algún momento, se podrían tomar decisiones más restrictiva.

- ¿Se teme al rebrote en otoño?

- Yo me atengo a lo que escucho a distintos especialistas en salud y hay opiniones en todos los sentidos. Pero insisto, estamos en un momento de vigilancia y control de la enfermedad, que desde el departamento de Salud es permanente, constante e intensa. Así se ha visto con los últimos casos que hemos visto aparecer. El control ha sido inmediato y el sistema de salud ha demostrado que no solamente está vigilante sino que tiene esa capacidad de control rápido.