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Euskadi está a la cabeza en precocidad en el consumo de cannabis por parte de los adolescentes. Son los primeros en probarlo en el conjunto ... del Estado, a los 14,7 años, la edad más temprana, tan solo igualada por Cataluña y la Comunidad Valenciana. Además de esta sustancia, Euskadi lidera índices preocupantes sobre el consumo de tabaco y alcohol, sobre todo en atracones y botellones, según los datos del último informe del Ministerio de Sanidad dentro de la encuesta Estudes, que se realiza de forma bienal en España desde 1994 y que tiene como objetivo conocer la situación y las tendencias del consumo de drogas y otras adicciones entre los estudiantes de 14 a 18 años que cursan enseñanzas secundarias.
El cannabis se encuentra entre las sustancias ilegales más consumidas entre los estudiantes de esta franja de edad y el dato destacado sobre su inicio temprano se une también al del consumo, que sitúa a Euskadi como una de las tres comunidades con mayor prevalencia, junto con Valencia y Navarra. En concreto, el 33,5% de los jóvenes vascos ite haber fumado un porro en alguna ocasión, una cifra alejada de la media estatal (28,6%), y el 26,2% ha consumido en el último año, lo que refleja una realidad que va más allá del tonteo con las drogas. Según expone Alberto Ruiz de Alegría, director de Norbera, un programa que trata a jóvenes de entre 13 y 17 años con distintas problemáticas, entre ellas el consumo de cannabis, «la edad de inicio es temprana, lleva bajísima muchos años. En nuestro entorno nos encontramos con chicos y chicas muy jóvenes que vienen ya consumiendo (40 de los 80 que atienden actualmente) y cuanto a más temprana edad se empieza a consumir una sustancia, más probabilidades existen de tener problemas con ella». En esta correlación, Ruiz de Alegría explica que existe cierta «patología social localizada» y que «la probabilidad de que un chaval de 14 años fume un canuto es más alta si ha nacido en Irun que en San Juan de Luz, cuando estamos solo a una diferencia de 20 kilómetros». Esto es, se ve «con normalidad porque el consumo está suficientemente extendido. Lo que está claro es que los menores no deben consumir y en eso hay consenso, pero no se está sabiendo trasladar esa idea a los más jóvenes», expone.
En el caso de esta droga, es importante diferenciar la cantidad de consumo, si es algo ocasional o habitual. En Euskadi, casi tres de cada 10 jóvenes ha fumado un porro en el último año, un consumo que está más extendido entre los chicos. Ruiz de Alegría es claro en este sentido: «hay que valorar el esquema frecuencia-cantidad porque no es lo mismo un consumo muy esporádico en una circunstancia concreta, como unas fiestas, que cuando ya se empieza a asentar el consumo con una frecuencia constante y una cantidad que va en aumento. Eso es lo que genera el síndrome amotivacional, chicos y chicas adolescentes que van perdiendo el interés por casi todo, por hacer deporte, por los estudios, por sus hobbies, etc., y se van quedando poco a poco muy unidos a la idea de que 'lo que quiero es conseguir cannabis, fumar y ya está'. El consumo suele iniciarse a nivel social pero luego, si aumenta la frecuencia y la cantidad, se hace muchas veces en solitario», explica este experto que alerta de las consecuencias de «bombardear de manera continuada un cerebro que está en desarrollo». Sin embargo, todos estos problemas no parecen preocupar en exceso y el riesgo asociado se considera bajo. «Eso viene desde hace muchísimos años de lo dura que fue aquí la fase epidémica de la heroína, donde en la sociedad se estableció una mentalidad de drogas duras y drogas blandas y ha quedado muy metido en el imaginario social. Hay una influencia bastante importante de buena prensa y de inocuidad, de que no es malo fumar marihuana. No entro a discutir que un adulto pueda fumarse un canuto pero sí que una niña o un niño de 13 años lo haga».
A la combinación de poca percepción de riesgo y la publicidad positiva se une el fácil a esta droga. «La figura antigua del camello pasó a la historia. Se suele preguntar mucho a los chavales: 'Si tú quisieras comprar hachís o marihuana, ¿sabrías cómo conseguirla?' La respuesta es que sí, y de forma fácil».
El informe corrobora que el consumo de esta sustancia está fuertemente ligado al del alcohol y de manera más concreta al botellón. Así, cuatro de cada 10 estudiantes que participan en estos encuentros también consumieron cannabis. De todas las sustancias psicoactivas evaluadas en la encuesta, el alcohol es, con amplia diferencia, la droga con mayor prevalencia de consumo entre los estudiantes y siete de cada diez adolescentes (el 70,7%) ha ingerido bebidas alcohólicas en el último año.
Los jóvenes vascos tampoco pierden el tiempo a la hora de probar su primera copa. La edad de inicio está en 13,7 años en Euskadi, solo por detrás de Navarra (13,6). Dentro del consumo de alcohol, la práctica conocida como 'binge drinking' (se refiere al consumo de 5 o más bebidas alcohólicas en un intervalo aproximado de dos horas) también es de sobra conocida por los jóvenes vascos: casi 4 de cada 10 (33,7%) iten haberla llevado a cabo en el último mes, solo por detrás de los estudiantes de Extremadura (38,0%) y Navarra (37,3%). La encuesta reafirma también una pauta de consumo entre los menores: los botellones siguen reuniendo cada fin de semana a cientos de ellos para beber en la vía pública. En esta ocasión, el fenómeno del botellón eleva a Euskadi hasta la cuarta posición -solo por detrás de Navarra, Castilla y León y Extremadura-. En el caso de las borracheras (intoxicaciones etílicas agudas), la CAV sigue entre los primeros de la lista, en concreto la quinta comunidad con una mayor prevalencia de esta práctica, que encabeza Navarra. El 41,6% de los alumnos comentan haberse emborrachado en los 12 últimos meses, mientras que el 29% lo ha hecho en el último mes.
Los principales lugares que eligen los estudiantes para el consumo de bebidas alcohólicas son las viviendas particulares de otras personas (el 56,2% reconoce haber tomado alcohol en este tipo de lugares en los últimos 30 días), seguido por los bares o pubs (47,4%) y los espacios públicos abiertos como calles, plazas, parques o playas (46,2%). Los combinados son el tipo de bebida alcohólica con mayor prevalencia de consumo entre los estudiantes (26,0%) de ambos sexos, pero mayor en las chicas. En segunda posición se sitúa la cerveza/sidra, con un peso ligeramente superior en el caso de los chicos.
Además del cannabis y el alcohol, Euskadi se posiciona como la cuarta comunidad con mayor consumo de tabaco en los últimos 12 meses, con el 33,5% de los estudiantes, solo por detrás de Navarra (36,4%), Castilla y León (35,6%) y Extremadura (34,5%). Si se analizan los últimos 30 días, el 25% de los estudiantes iten haber fumado. Por el contrario, las prevalencias de consumo menores para esta sustancia se observan en Canarias. La edad media de inicio en el consumo de tabaco diario de los jóvenes vascos se sitúa en 14,8 años, algo por debajo de la media estatal (14,7 años).
Los hipnosedantes (tranquilizantes/somníferos) con o sin receta figuran como la cuarta droga de mayor prevalencia de consumo entre las analizadas. El estudio revela que cerca de 2 de cada 10 estudiantes (el 19,6%) ha tomado este tipo de sustancias psicoactivas alguna vez en su vida, un dato que corrobora la tendencia ascendente iniciada hace 5 años.
A esta sustancia le sigue el éxtasis, que muestra una tendencia variable en función del tramo temporal analizado. Así, el 3,1% de los estudiantes declara haberlo consumido alguna vez en la vida, el 1,8% en el último año y el 0,6% en el último mes. Por su parte, el consumo de cocaína (polvo y/o base) sigue descendiendo progresivamente.
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