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La anulación de las fiestas de Bayona ha sido un golpe duro para los ciudadanos con ganas de fiesta pero también para los hosteleros de la localidad. Trabajadores que tuvieron que cerrar a la fuerza durante el confinamiento y que encaran las mejores fechas del año sin anunciar el lleno.
Los hosteleros lamentan el déficit que van a vivir este año, especialmente en las fechas que iban a celebrarse las fiestas, del 29 de julio al 2 de agosto. A pesar de que alguno de ellos ya prevé compensar las pérdidas con las reservas veraniegas, han tenido que sacrificar la subida de precios, habitual en durante estos días.
No obstante, el Ayuntamiento recuerda las medidas preventivas impuestas durante esta semana a fin de evitar aglomeraciones y posibles rebrotes. Y es que, el anuncio de la cancelación de las fiestas no ha impedido que las reservas en restaurante, para el medio día y para la noche, se multipliquen. Además, son muchos les establecimientos y vecinos que no han renunciado al blanco y rojo, colores de las fiestas.
En Bayona, del 29 de julio al 2 de agosto, estará prohibida la venta de alcohol para llevar a partir de las 15.00 horas. Del mismo modo, las autoridades sas han prohibido la difusión de música en espacios públicos y todos los bares y restaurantes tendrán que cerrar a las 23.00 horas. Las peñas permanecerán cerradas, el camping fuera de los recintos autorizadas también está prohibido.
Estas medidas buscan paliar el reciente rebrote que se ha localizado en las Landas así como evitar el efecto llamada a los vecinos de la muga que pensaran celebrar las fiestas de Bayona.
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