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M. S.
Sábado, 10 de mayo 2025, 08:19
El cirujano cardiovascular, Steven Gundry, ha publicado una guía de sus verduras favoritas para conservar el intestino, estimular el cerebro y fortalecer la inmunidad, para ello este especialista se ha basado en sus 25 años de investigación médica, así como en su experiencia. Ya que el propio cirujano come cada día estas verduras.
«Un intestino sano significa un cerebro más alerta, un sistema inmunológico más robusto y una mayor longevidad», destaca el autor del éxito en ventas 'La paradoja vegetal'. Y «aunque todas las verduras tienen su lugar en la mesa, algunas merecen ser invitadas más a menudo que otras».
El brócoli, la coliflor, las coles de bruselas y la rúcula son las verduras «aliadas del microbioma. Al promover la producción de postbióticos, subproductos bacterianos que regulan la inmunidad y además apoyan la salud mitocondrial, esencial para la energía celular», explica el experto. Además de dar otro consejo: «lo mejor es cortar estas verduras antes de cocinarlas para liberar mirosinasa, una enzima que se encuentra en estas verduras y que potencia sus propiedades anticancerígenas y beneficios para la salud»
La siguiente verdura que este experto recomienda es, nada más y nada menos que un clásico de la dieta mediterránea: la alcachofa. «Rica en inulina, una fibra prebiótica que estimula el crecimiento de bacterias beneficiosas. También es una de las verduras más completas en potasio, folato, magnesio y vitamina C». Para aprovechar todos sus beneficios, el cirujano recomienda no tirar los tallos, ya que «son las partes más ricas en fibra». El propio doctor las come «al vapor, salteados o crudas para conservar el máximo de nutrientes».
Finalmente, Gundry destaca la seta china o 'shiitake'. Esta seta famosa por su textura y sabor ahumado de color marrón y originaria de Asia Oriental es «rica en betaglucanos (un tipo de fibra que estimula el sistema inmunitario y ayuda a destruir células cancerígenas), estimula la respuesta inmune y reduce el colesterol.
El cirujano suele añadir estas setas a sus sopas o salteados, pero nunca las come crudas, «debido a las toxinas naturales que pueden contener». El cirujano recomienda su receta rápida, que consiste en dorarlos con una cebolla, unas cebolletas, un chorrito de aceite, sal y pimienta. Tras tres minutos de cocción, suficientes para transformar estos hongos «en aliados antiinflamatorios». Cada día, estas verduras están en su menú porque, según él, «lo que ponemos en nuestro plato hoy determina el estado de nuestras arterias, cerebro y células mañana», concluye.
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