​Segura celebra un Viernes Santo íntimo y solemne bajo techo

Segura volvió a convertirse en escenario de una de las celebraciones de Viernes Santo más emblemáticas de Euskadi. Con siglos de historia a sus espaldas, la jornada transcurrió entre recogimiento, tradición y gran participación ciudadana, pese a la lluvia que hizo aparición por la tarde, a la hora de la procesión​, que obligó a celebrarla en el interior de la Parroquia.

Para los segurarras, la Semana Santa siempre es una celebración especial. Una antigua tradición que cobra vida año tras año. La procesión, un evento arraigado en la historia y la cultura local, se erige como un símbolo de devoción, comunidad, compromiso e historia.

La mañana comenzó con el Vía Crucis, que partió desde la ermita de Santa Engracia y concluyó en el Convento de las Concepcionistas. Este recorrido matutino es un momento de recogimiento y reflexión para los fieles.

​

Por la tarde, a las 16.30, la Iglesia de Santa María de la Asunción acogió la función litúrgica de la Muerte del Señor, seguida del emotivo acto del Descendimiento de la Cruz. Este acto representa el momento en que Jesús es bajado de la cruz, y es uno de los momentos más conmovedores de la jornada.​

A las 18.15, debido a la lluvia, la procesión del Santo Entierro se celebró dentro del templo, que estaba repleto de seeguratarras que no quisieron perderse el tradicional acto, pese a no poder ver la procesión atravesar las calles de su localidad. Los pasos, junto con los nazarenos, penitentes y soldados romanos, desfilaron por el interior de la iglesia, permitiendo a los fieles vivir la Pasión de Cristo en un ambiente recogido y solemne.

• Temas
• Semana Santa
• Segura