
Secciones
Servicios
Destacamos
Escucha la noticia
5 min.
Si alguien nos importa, hay dos preguntas que no fallan cuando le vemos: qué tal estás y cómo te ha ido el día. Suelen ir ... unidas porque la una influye en la otra:si estás acatarrado, el día no habrá sido bueno. Y si has tenido una jornada llena de dificultades, sean del tipo que sean, tampoco estarás bien. Pero aunque suene fácil, en esta ecuación influyen muchas más cosas. Un buen día depende de un montón de variables... ¿Se pueden tener todas bajo control? O mejor dicho, ¿existe una fórmula mágica para ordenarlas y que el resultado sea, precisamente ese, tener un buen día?
Un grupo de investigadores canadienses de la Universidad de la Columbia británica cree que sí. Bueno, exactamente lo que dice es que dependiendo de cómo distribuyamos nuestro tiempo, el resultado puede ser el deseable. Y que hay una distribución 'ideal' que, si respetamos, es más que posible que tengamos eso que tanto deseamos: una jornada genial. Los datos provienen de la Encuesta sobre el Uso del Tiempo en EE UU, en la que los participantes responden cuánto tiempo dedican a más de 100 actividades diferentes.
Lo ideal, según dicen el psicólogo social Dunigan Folk, director del trabajo, y su equipo, es dedicar seis horas al trabajo y otras seis a la familia. A partir de ahí, dos a los amigos, otras dos a hacer deporte, hora y media a socializar con desconocidos y solo una a las pantallas (ya sean de móvil, de ordenador, de 'tablet'...). Con esto sobre la mesa, la pregunta que hay que plantearse es evidente: ¿sería posible organizar nuestro día a día con estos criterios para lograr que todas las jornadas sean perfectas?
15 minutos
sería el tiempo ideal máximo en llegar al trabajo, según el trabajo de Dunigan Folk.
María Antonia Carmona, vocal de la Sección Psicología Coaching del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, lo tiene claro:ninguna fórmula general nos puede garantizar este resultado. «El estudio es muy curioso, pero en ningún momento define algo que es muy importante:qué es la felicidad, la base de tener un buen día. Y es importante hacerlo porque no es lo mismo para ti que para mí», razona. Su colega gallega Ana García Rey asiente: «El tiempo que le dedicamos a cada apartado tiene que ir en consonancia con nuestros propios valores y propósitos», que obviamente difieren de un individuo a otro.
Así que lo primero que tenemos que hacer es sentarnos a reflexionar sobre lo que es importante para nosotros y a partir de ahí intentar organizarnos... Pero ojo, sin olvidar que vivimos en un mundo donde hay cosas que no podemos cambiar. «La filosofía del 'si quieres, puedes' no me gusta nada. Puedes querer trabajar seis horas, como en la encuesta, pero quizá no puedas hacerlo», añade Carmona. De hecho, en España es imposible: reducir la jornada laboral de 40 a 35 horas semanas le está costando al Gobierno de Pedro Sánchez más de un sofocón con sus socios de Gobierno y con los empresarios. Y a la mayoría de los autónomos lo que les faltan son horas del día para que les cuadren las cuentas.
Ahora bien, esto no tiene que ser un obstáculo insalvable para nuestra felicidad. Si trabajamos una media de ocho horas al día, nos quedan por delante otras 16, así que toca ponerse manos a la obra. ¿Cómo empezamos?«Haciendo un registro de actividades de forma gráfica para ver en qué invertimos el tiempo basado en nuestras últimas jornadas. Esa sería la línea base», explica García Rey. A partir de ella, tocaría revisar si realmente lo estamos haciendo bien y quedándonos satisfechos «o identificar las áreas de mejora».
«En psicología utilizamos una herramienta, la rueda de los valores, que se divide en ocho esferas:la familia, el trabajo, el desarrollo personal, la salud física, la emocional... Primero hay que valorar el grado de importancia que tiene para nosotros cada una de ellas y luego el grado de satisfacción según los resultados que obtenemos de nuestra organización. Al cruzar los datos es cuando nos daremos cuenta de si estamos sacrificando alguna por otra sin ser conscientes y si nos complace o no. Por ejemplo, la familia por el trabajo», señala Carmona.
– ¿Pero qué pasa si para mí es más importante el trabajo que la familia?
– Nada, si no te provoca algún problema. Aunque habría que interpretar qué es eso de ningún problema. También habría que ver, si tienes familia, qué piensa ella sobre el asunto.
Saber gestionar nuestro tiempo es «determinante» para tener un buen día. La cosa es que no lo hacemos muy bien, así en términos generales:«Sobreestimamos el tiempo que tenemos. No calculamos bien. No priorizamos bien. Perdemos horas en actividades que podríamos posponer o delegar... Y no nos permitimos descansos», relata García Rey. Porque, ojo, descansar no es coger el móvil y ponerse a consultar las redes sociales.
«El tiempo que dedicamos a este capítulo se nos ha ido de las manos desde la pandemia. Muchos de los consultantes que vienen a terapia se sorprenden cuando al revisar el tiempo de uso de su móvil fuera del trabajo ven que asciende a tres, cuatro o hasta cinco horas al día, y sobre todo que se produce al final del día, por la noche», sostiene la psicóloga gallega. Si miramos la fórmula de los investigadores canadienses, que en este apartado sí es aplicable a nuestro país, es de solo una hora.
Ahí podemos rascar muchos minutos para dedicar a dos actividades de las que depende mucho tener un buen día aquí y en la Conchinchina:pasar tiempo con la familia y socializar. Porque una de las conclusiones a las que llega el artículo de los investigadores canadienses es precisamente que tener interacciones sociales es una fuente de bienestar... Pero incluso aunque sean breves y con desconocidos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Este podcast es exclusivo para suscriptores. Disfruta de ilimitado
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.