Un recorrido de la Itzulia 2020 para ciclistas inteligentes

El diseño del recorrido ha sido obra de Roberto Laiseka, director técnico de la Itzulia, cargo en el que toma el relevo de Pedro Horrillo. El excorredor del Euskaltel desgrana etapa a etapa los detalles de la carrera. Y el director general de la Vuelta al País Vasco, Julián Eraso, apuntilla.

Roberto Laiseka explica que «se ha intentado hacer una etapa lo menos dura posible, pero todos conocemos Euskadi y, de forma inevitable, hay subidas. Pasaremos tres puertos de tercera y uno de segunda, con el remate de Usartza. Terminamos en Arrate y decir que no es una etapa dura... pero no queremos que se rompa la carrera el primer día. Pensamos que la subida a Arrate actualmente está al alcance de un buen número de corredores. Espero que haya un grupo de entre 40 y 50 ciclistas disputando la primera etapa. No decidirá la carrera y quizá no hace falta llegar al cien por cien, pero el que quiera aspirar a ganar la Itzulia ya tiene que llegar delante. Ningún corredor se puede relajar, porque la carrera se hará dura».

Julián Eraso considera que «hará poca escabechina, pero el que no esté en Arrate no estará en Bilbao».

El excorredor vizcaíno opina que «los primeros cien kilómetros son por la llanura de Álava y la mayor dificultad es que puede aparecer el viento. Bajando de la Barrerilla a Amurrio entraremos en otro tipo de carrera. La meta es inédita, a Ermualde, también conocida como Santa Lucía o Santa María del Yermo, en Llodio. Los tres últimos kilómetros son complicados, con tramos de entre el 17 y el 20%. Presenta también dificultades logísticas, ya que se trata de una carretera muy estrecha por la que no podrán subir los coches. Se habilitarán 22 motos de la organización para que suban mecánicos, bien con ruedas o bien con bicis. Estamos esperando la respuesta de la UCI a esta cuestión. Con el 90% de los equipos utilizando frenos de disco, el cambio de rueda se ha convertido en algo delicado, ya que lleva más tiempo. Espero que ese final pueda abrir pequeñas diferencias. Creo que el que salga de líder de Santa Lucía estará disputando la victoria final junto a los que estén cerca. Va a estar muy disputado».

El presidente de la organización considera que «habrá diferencias significativas».

Laiseka cree que la etapa más larga de esta edición, con casi 200 kilómetros, «puede ser más dura por el mal tiempo que por su dificultad en sí. Desde 2012 no se llega a Ibardin, pero en los años 80 y 90 era una etapa mítica, con los Kelly, Gorospe, Etxabe y compañía. De Lesaka a Oiartzun es un recorrido complicado, que luego se enlaza con Aritxulegi y Agiña. En Ibardin, creo que los favoritos alcanzarán juntos el último kilómetro, antes del explosivo repecho final donde en 2012 ganó Purito Rodríguez. No veo que se puedan abrir grandes diferencias en la general».

Para Eraso, «la tercera hasta podría ser la etapa de descanso para los favoritos, ya que por la distancia da tiempo para que se haga una escapada larga».

El director técnico de la Itzulia cree que «puede haber dos etapas en una. Los de la general se pueden quedar al margen y que la escapada llegue a meta. Es una etapa sencilla hasta llegar al último puerto, Erlaitz, a solo 14 kilómetros de meta. Ya vimos en la Clásica del año pasado que es un puerto que puede dar juego, y habrá que ver qué hacen los equipos, si alguno quiere buscar alguna alternativa. Es la etapa con más desnivel acumulado, y llega a los 4.000 metros, lo que obliga a considerarla la etapa reina. La que menos, es la de Sestao, con 1.900».

El organizador avisa: «Puede ser una etapa trampa. Parece sencilla, pero pueden ser más decisivas las bajadas que las subidas. Va a ser una Itzulia de estar vivo y despierto».

Laiseka concede que «es la etapa más sencilla, apta para que los favoritos se la tomen con calma. Llegaremos a Bizkaia por toda la costa y tras subir a La Reineta se llegará a Sestao. El último kilómetro, dentro del casco urbano, es una subida con el 6,2% de pendiente, y tampoco se pueden descuidar en la llegada. Es el único día en que los velocistas pueden disputar, aunque no un sprinter puro».

Eraso coincide en que será una jornada «de descanso relativo».

El ganador de la etapa del Tour en Luz Ardiden en 2001 asegura que «es una crono muy rápida desde la salida, desde Begoña por Otxarkoaga, Santo Domingo y Asua. Se irá con la cabra a mucha velocidad. Luego llega un pequeño muro, el muro de Fátima, seiscientos metros con rampas del 16, 17 y 20%, que hará daño. De Enekuri a Bilbao volverá a ser todo para abajo y el último kilómetro es la subida al parque Etxebarria, pero las diferencias las hará Fátima».

Julián Eraso opina que son «21 kilómetros complicados» y se juega un pronóstico claro: «El que llegue de amarillo a Bilbao, terminará de amarillo en Bilbao aunque no gane la crono».