Iván 'Melón' Lewis y Ariel Brínguez, en una imagen promocional.

Una reivindicación de la mezcla de la música clásica y los ritmos calientes

El pianista Iván 'Melón' Lewis y el saxofonista Ariel Brínguez ofrecen mañana en Musikene su concierto 'Alma en Cuba'

Alberto Moyano

San Sebastián

Miércoles, 21 de mayo 2025, 08:02

El pianista Iván 'Melón' Lewis (Pinar del Río, 1974) llegó a España hace veintisiete años y el saxofonista Ariel Brínguez (Santa Clara, 1982) hace dieciocho, ... pero si se puede sacar a un cubano de Cuba, no es posible sacar Cuba de un cubano. Los dos lo suscriben –«eso es imposible»–, y los dos lo evidencian con su música que, bajo el título de 'Alma en Cuba', llega mañana en concierto al Auditorio de Musikene (20.00 horas). El espectáculo mezcla lo 'culto' y lo popular en una oda a la abolición de la alta y la baja cultura.

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Creado en 2021, este concierto a dúo ofrece un repertorio de canciones entre composiciones propias y ajenas. En palabras de Lewis, «desde los conservatorios, tanto en Cuba como en España y como regla general, hay una cierta tendencia a separar la música clásica del jazz y del resto de estilos. Los profesores intentan por razones que no alcanzo a entender mantenerlos alejados de esas otras músicas. Lo que pretendemos es homenajear a esa mezcla». Aquí el pianista recuerda que «el repertorio de los músicos clásicos está lleno de ejemplos que rindieron homenaje a todo lo contrario» y cita a «Chopin, Rajmáninov, Debussy, Shostakovich o Ravel».

Bolero, danzón y música clásica

También Brínguez coincide con este diagnóstico: «Con el tiempo se ha querido separar y etiquetar la música. Hay compositores que compartían sus obras sin establecer divisiones y nosotros ahora podemos estar haciendo un bolero con un tratamiento de música clásica europea, o un danzón cubano, pero rompiendo el esquema. Se trata de soltar los prejuicios y todo lo que nos divide para explorar las posibilidades que nos ofrecen».

Coincide en su opinión con Ariel Brínguez, quien explica que «en Cuba tenemos formación clásica de la escuela europea. En mi caso, de la escuela sa de saxofón. Y se produce una cosa muy curiosa: en los años noventa ibas a la escuela de música y para ganarte la vida en la calle, tenías que tocar música bailable, como la rumba. Oías la música ritual afroamericana, de ahí que tengamos tantas influencias fruto de los diferentes estímulos a los que estás sometido de forma constante. Eso te marca como intérprete», explica Brínguez. «Y 'Alma en Cuba' sería un punto de encuentro de todas esas influencias con las que hemos crecido».

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REPERTORIO

Los intérpretes mezclan su aprendizaje clásico con los ritmos que «en casa nos pedían nuestras abuelas»

«Sin un ápice de prejuicios», el pianista y el saxofonista aplican durante el concierto todas las enseñanzas que recibieron en su formación musical, pero con un fondo y una actitud de los ritmos populares que «nuestras abuelas nos pedían luego que tocáramos en casa», señala el saxofonista.

Sostiene que «mi verdad habla tu verdad. Cuanto más pueda sintonizar con lo que soy, más me va a acercar eso a ti porque el mundo es diverso, pero tiene la misma esencia. Y el matiz es lo que hace que se ponga interesante», comenta. «La música va más allá de las palabras y sintoniza con ese factor emocional que nos unifica».

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Hay en 'Alma en Cuba' homenajes a los músicos cubanos Ernesto Lecuona, Ignacio Cervantes y Manuel Saumell. «Es música clásica, pero con ese halo de ritmos cubanos», indica el pianista, que se carcajea ante la pregunta de que quizás haya quien les reproche una pérdida de respeto ante las composiciones clásicas. «Claro, contamos con que esas cosas pueden pasar, pero con este proyecto no nos ha sucedido o no nos hemos enterado. Si pasa, explicaremos qué hay detrás de nuestra intención». Brínguez afina aún más: «Es música clásica a lo cubano. En Europa se perfila una música propia que a nosotros nos llega en forma de ecos. Mi profesor de saxo estudió en Francia, el de canto, en Moscú. Fueron a beber de las fuentes. Lo interesante es matizar todo ese legado con lo que realmente somos los cubanos».

FORMATO

iten que un dúo de piano y saxo es una formación arriesgada: «Es la prueba del algodón»

Sobre el formato de saxofón y piano, ite que es arriesgado y se remite a la famosa expresión de «la prueba del algodón porque es muy desnudito, pero nos gusta porque resulta cercano a la música de cámara y, a la vez, nos permitía hacer algo diferente a nuestros respectivos proyectos por separado», afirma Lewis.

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En este sentido, Brínguez abunda en su definición: «Quien venga a ver 'Alma en Cuba' se va a encontrar con un dúo haciendo música de cámara, pero al mismo tiempo, con un sonido popular y folclórico».

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