Puñetazos, 'Pressing Catch' y 21 expulsados: la pelea entre el Madrid y Partizan que avergüenza al baloncesto

Puñetazos, empujones, llaves de 'Pressing Catch' y hasta 21 expulsiones. El segundo partido de los cuartos de final de la Euroliga entre Real Madrid y Partizan de Belgrado pasará a la historia por el bochornoso espectáculo que brindaron los jugadores a menos de dos minutos del final y que obligó a suspender el encuentro con el 80-95 que figuraba entonces en el marcador. La competición comunicará este viernes las sanciones, que pueden ser ejemplares.

La batalla campal se desató a 1.40 del final del partido en el Wizink Center, con el Real Madrid claramente por debajo en el marcador en ese segundo partido de los cuartos de final que le ponían muy cuesta arriba el estar otra vez en la final a cuatro de la competición. Una falta antideportiva de Sergio Llull a Kevin Punter desató el rifirrafe, con los blancos calientes ante esa inferioridad en el marcador y la provocación de los jugadores americanos de los serbios. Pero nada hacía esperar que la pelea estallara en multitudinaria.

Llull y Punter comenzaron a golpearse y entonces llegaron a la trifulca el resto de jugadores. Se pudieron ver puñetazos al local Dzanan Musa y al francés del Real Madrid Yerson Yabusele cogiendo por la cintura a Dante Exum y haciendo una llave propia de 'Pressing Catch' para golpearlo contra el suelo.

Los técnicos e incluso aficionados desde la grada tuvieron que saltar a la cancha para poner paz, entre ellos el exfutbolista del Real Madrid Raúl González, pero los árbitros se vieron obligados a expulsar a 21 jugadores y dar por finalizado el encuentro. Ahora la Euroliga, que lamentó ayer el espectáculo, tomará las medidas disciplinarias oportunas.

Antes de que se pronuncie la Euroliga, el técnico de Partizan, el mítico Zeljko Obradovic, dejó un discurso ejemplar en zona de prensa tras el partido. «Está en manos de los árbitros y está en manos de la Euroliga. Creo que esto que ha ocurrido no es bueno para el baloncesto, ni para el Real Madrid ni para el Partizan. No puede pasar esto nunca más. Es mi opinión, porque hablamos de emociones. Los jugadores tienen emociones, pero después del partido se han saludado y, prácticamente, no ha pasado nada. Esto ha ocurrido en el partido, se acabó, han hablado entre ellos y no pasa nada», explicó el técnico serbio.

Obradovic también adelantó que tratará de calmar los ánimos para los partidos de la eliminatoria que se vayan a disputar, si se disputan, en Belgrado. «Tengo amigos y gran respeto por todo el mundo. Y cuando vayamos mañana a Belgrado no voy a hablar de esto. Lo voy a intentar porque vamos a tener, seguro, el pabellón lleno. Voy a intentar calmar a toda la gente, que reciban al Real Madrid como lo tienen que recibir, como reciben a los otros equipos. Van a ayudar a nuestro equipo pero no van a hacer nada contra el Real Madrid».

«Tenemos que pedir perdón a nuestros aficionados y a todo el baloncesto», expresó también en sala de prensa el jugador del Real Madrid Rudy Fernández. El escolta justificó la pelea por la «alta intensidad» del encuentro y confió en que ambos clubes que «somos equipos amigos» puedan pasar página del bochornoso espectáculo. «En esta situación, con las pulsaciones altas, a veces se cometen errores», añadió.

Horas después del encuentro, uno de los protagonistas del inicio del la pelea sobre la pista, el madridista Sergio Llull, también ha pedido perdón a través de sus redes sociales. «Lo de anoche no debe ocurrir nunca en una cancha de baloncesto. Asumo mi responsabilidad por hacer esa dura falta que desencadenó el desastre posterior. Mis disculpas a todos los aficionados al baloncesto», ha escrito.

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