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La defensa de Kote Cabezudo, fotógrafo donostiarra condenado a 28 años de prisión por diferentes delitos, entre ellos pornografía infantil y agresión sexual, ha recurrido la sentencia ante el Tribunal Supremo, al que solicita que le absuelva de todos los delitos. La acusación particular ya anunció este fin de semana que había recurrido el fallo, y aunque en un principio la Fiscalía había mostrado su intención de hacerlo, fuentes del Ministerio Público han confirmado que finalmente no lo hará.
La Audiencia Provincial de Gipuzkoa condenó a Kote Cabezudo a 28 años y dos meses de prisión por diez de los 227 delitos de los que era acusado: uno de violación, otro de abusos sexuales, seis de pornografía infantil y dos de estafa. Un fallo que resultó escaso para las acusaciones y excesivo para la defensa, razón por la que han llevado el caso directamente hasta el Supremo. La apelación previa al TSJPV no cabe en este caso, ya que la reforma que permite este paso intermedio entró en vigor en 2015, y el inicio de la instrucción del caso Cabezudo es previa, del 2013.
La defensa, ejercida por los letrados Eneko Olano y Javier Sánchez, ha solicitado la absolución del fotógrafo, mientras que la acusación particular, que ejerce el abogado Mario Díez, ha presentado 13 recursos de casación contra una condena que en su día consideró «ridícula» e «injusta». Díez, que representaba a 14 mujeres y a otras cuatro cuyos presuntos delitos habían prescrito, pidió en un inicio una pena de 2.388 años.
Por su parte la Fiscalía, que solicitaba en un inicio 121 años de cárcel que elevó a más de 250 en las conclusiones finales del juicio, aunque en un principio manifestó sus intenciones de recurrir el fallo para aumentar la pena, finalmente ha declinado hacerlo.
En la sentencia, el tribunal de la sección primera de la Audiencia de Gipuzkoa señaló que «no declarar probados hechos concretos por los que se formula acusación no quiere decir -y no lo vamos a decir nosotros- que las afirmadas víctimas mienten o han faltado a la verdad, sino que el preceptivo análisis del conjunto de pruebas practicadas en la causa nos conduce a esa conclusión». O lo que es lo mismo, que los delitos que no se pudieron demostrar según las normas jurídicas, no iban a poder ser condenado.
Durante el juicio Kote Cabezudo, de 74 años, aseguró que «jamás» ha realizado «acción ninguna en contra de ninguna de las denunciantes que no haya sido consentida voluntariamente libremente y con total colaboración». De los 28 años que ha sido condenado solo podrá cumplir 20, el máximo efectivo que establece el Código Penal.
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