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«Peligro constante» en Oiartzun

La calle de la memoria guipuzcoana

«Peligro constante» en Oiartzun

Las crónicas locales de agosto de 1945 ponían el foco en la excesiva velocidad y en la extraña desaparición de tolosarras las tardes de toros

Mikel G. Gurpegui

San Sebastián

Miércoles, 16 de agosto 2023, 07:04

Las crónicas de los corresponsales de DV en las distintas localidades guipuzcoanas siempre han resultado jugosas. Hoy nos detenemos en tres detalles menores, tres imágenes, tres textos que en esta semana de agosto, pero del lejano 1945, aparecieron entre la 'Información de la Provincia', procedentes de Oiartzun, Tolosa y Zumarraga.

El corresponsal en Oiartzun estaba muy, pero que muy preocupado con el riesgo que suponía el paso por la localidad de vehículos a alta velocidad. Se ponía hasta dramático el 16-VIII-1945…

«En el pueblo –alertaba– se ha seguido siempre la norma de esperar a que ocurra lo desagradable, la desgracia, para entonces tomar medidas, a veces un tanto exageradas (…)».

Pero no cabía pasividad ante un peligro inminente: «Todos vemos y anunciamos que la excesiva velocidad de los camiones y coches de turismo al atravesar el pueblo van a originar una catástrofe. Nuestras protestas caen en el vacío, pese a que en muchos casos llegan a oídos de los conductores, de esos imprudentes muchachos que se creen maestros del volante, por mucho correr, olvidando que con su temeridad ponen en peligro constante las vidas de quienes les acompañan y aún las de los viandantes».

El corresponsal oiartzuarra encontraba en unas señales la visualización de la desidia ante el problema: «A la entrada del pueblo, por ambos lados, había unos letreros de madera anunciando la velocidad máxima que podían llevar al pasar por él. Pero hace mucho tiempo que los pobres se encontraban huérfanos, desatendidos. Les abandonaron del todo, desde las diversas pinturas que ostentaban con llamativos colores, hasta quienes tenían el deber de mantenerlos en buen estado».

Parte de las crónicas locales publicadas por DV el 16 de agosto de 1945.

En este popurrí de detalles locales recuperados de agosto de 1945 nos fijamos que, en la crónica de Tolosa, el corresponsal criticaba veladamente a los vecinos que, en lugar de estar trabajando en la villa, se escapaban a la Semana Grande donostiarra, a las corridas del Chofre…

«Una enorme concurrencia de aficionados tolosanos han irrumpido estos cuatro días en la Plaza de Toros de San Sebastián, no conociéndose absolutamente para nada si eran jornadas laborables para los tolosanos. Si diéramos el número de asistentes, seguramente muchos no nos creerían y optamos dejar en el interrogante».

Si es que cualquier pasión, también la taurina, mueve montañas y hasta horarios laborales.

«Verdaderos fuegos artificiales»

Nos fijamos en un último apunte entre la 'Información de la Provincia' de agosto de 1945. En verano, las crónicas festivas eran habituales. Encontramos una de Zumarraga muy orgullosa de que allí se habían lanzado fuegos artificiales de verdad, no vulgares imitaciones (como entendemos que habría pasado en otras ocasiones).

DV, 18-VIII-1945: «Nunca se ha visto el prado de Celay-Arizti tan concurrido como este año en las verbenas con motivo de nuestras fiestas patronales. Aquello de 'no se podía dar un paso' bien puede escribirse y sin ser hiperbólico. ¿Causas? Las dos sesiones de fuegos artificiales, que gustaron muchísimo, porque fueron 'eso', verdaderos fuegos de artificio y no 'pantomimas' ni 'caricaturas' de fuegos artificiales. Es justo, puesto que ha dado gusto, tributemos nuestro público aplauso al Ayuntamiento».

Pues nada, que reciba el elogio el Ayuntamiento de Zumarraga, también 78 años después. La crónica pasaba a informar sobre un campeonato de bolos en el que hasta participaban dinastías…

«No faltó el tradicional concurso de bolos el día de San Roque. Muy interesante y también muy concurrido. Resultó vencedor Ugarteburu, de la dinastía de los Ugarteburu, de Santa Lucía, el cual, aunque con veintiséis bolos en cinco bolas igualó con 'Vilcondoa', de Legazpia, pero quedó deshecho el 'pareo' tirando catorce bolos con tres bolas Ugarteburu, por diez el de Legazpia. El tercero en la clasificación general fue el ya gran bolari, a pesar de sus pocos años, Pruden Guereta».

Crónicas del 18 de agosto de 1945 en EL DIARIO VASCO.
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