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Un repentino apagón eléctrico ha dejado a decenas de personas atrapadas en ascensores, según han trasladado a este periódico varios vecinos de diferentes bloques de vivienda de Gipuzkoa ante la falta de suministro eléctrico, que ha provocado cierto caos en carreteras, colegios, empresas, centros comerciales o centros de salud guipuzcoanos.
Los bomberos han atendido a las múltiples llamadas que alertaban de personas atrapadas en ascensores. En una de las viviendas, según ha relatado un vecino, se han vivido momentos de nerviosismo cuando «la mujer de la limpieza se ha quedado dentro mientras trabajaba en el portal. Hemos intentando comunicarnos con ella, para saber cómo estaba, y nos decía que se estaba ahogando, no conseguíamos sacarla de ahí. Hemos abierto un poco la puerta con un palo para que le entrara un poco de aire y le hemos dado una luz inalámbrica para intentar calmarla. Después de unos 30 minutos ha vuelto la luz y ha podido salir». Con el susto aún en el cuerpo, esta mujer comentaba después a este periódico que «la media hora que he estado encerrada ha pasado como un año. No tenía cobertura en mi móvil y me estaba asfixiando sin aire».
Situaciones similares se han repetido por diferentes localidades guipuzcoanas, que no se han librado de las afecciones provocadas por la falta de suministro eléctrico. En Eibar, seis niños y cinco adultos, entre los que se encontraba el exjugador del Arrate, Mempho Mujanovi, y personas mayores que iban a recoger a sus nietos se han quedado encerrados en el ascensor de Aldatze durante cerca de dos horas, en torno a las 12.35 h. Los bomberos han acudido al lugar y han logrado abrir una trampilla para suministrarles agua mientras instalaban una batería para sacarles del cubículo, según informa Alberto Echaluce.
En Tolosa, una mujer de edad avanzada se ha quedado atrapada en el ascensor al subir a su casa, al igual que otro hombre mayor en un bloque de viviendas del barrio de Amara en Donostia, aunque afortunadamente han podido rescatarlo gracias al portero del edificio, que ha conseguido abrir el ascensor de forma manual. Un menor se ha quedado atascado en un ascensor público y también se han vivido momentos de tensión en otro edificio de Gros donde una mujer se ha quedado atrapada con su bebé.
Otra de las afectadas ha sido Marisol Goenaga, tolosarra de ochenta y dos años, que ha estado encerrada durante una hora en el ascensor: «He estado bastante tranquila porque los vecinos se han portado muy bien y me han ayudado». Marisol se ha quedado atrapada entre la entreplanta y el primer piso de un inmueble en el barrio larramendi. Ha podido llamar para que le abrieran manualmente la puerta del ascensor y desde el hueco que quedaba le han pasado una silla y un botellín de agua. «Me he quedado sentada esperando tranquilamente no podía hacer otra cosa» decía. Mi hija ha llamado a Otis y han venido pronto desde el servicio técnico.
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