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óscar b. de otálora
Miércoles, 27 de enero 2016, 12:11
EH Bildu ha anunciado que no acudirá a la ronda de reuniones abierta por Felipe VI con todos los partidos representados en el Congreso tras las últimas elecciones generales, de cara a la investidura del próximo presidente del Gobierno. «No somos súbditos del Rey de España y no actuaremos como si lo fuéramos», han explicado Marian Beitialarrangoitia y Onintza Enbeita, las dos diputadas de la coalición soberanista, que ha adoptado esta decisión tras un debate entre sus bases. Ese criterio no ha sido constante en la historia de la izquierda abertzale. En 1993 y en 2011, de Batasuna y de Amaiur, respectivamente, sí acudieron al palacio de La Zarzuela a sendos encuentros con Juan Carlos I similares al que ahora echazan, aunque en condiciones muy distintas de las actuales.
La primera cita entre un miembro de la izquierda abertzale y el Monarca se produjo el 1 de julio de 1993, cuando el entonces diputado de Herri Batasuna Jon Idígoras se reunió en el jefe del Estado en medio de una enorme expectación. La visita se produjo en un contexto dramático, ya que unos días antes ETA había asesinado a seis militares en Madrid mediante un coche bomba. Idigoras pretendía entregar una carta al Rey en la que ofrecía sus soluciones al terrorismo, aunque los servicios de protocolo lo evitaron.
Una de las imágenes que se convirtió en icónica de aquella entrevista fue la de Jon Idígoras colocándose una corbata con el nudo ya preparado a las puertas de La Zarzuela, mientras esperaba a que los policías de la garita le tomasen los datos del DNI. Según confesó posteriormente, no se ponía esa prenda desde su boda, en 1970. El momento dejó huella en la izquierda abertzale hasta el puntode que el diputado general de Gipuzkoa y experiodista de 'Egin', Martín Garitano, reveló en 2011 que conservaba el corbata y el traje que el hisórico dirigente de HB, fallecido en 2005, había utilizado durante el encuentro con el Rey.
Con el tiempo, dos personajes secundarios en aquella reunión cobraron un protagonismo especial. El encargado de protocolo de la Casa Real que recibió a Idígoras fue Ricardo Martí Fluxá, quien en 1996 sería nombrado secretario de Estado de Seguridad, con lo que se convertiría en el 'número dos' del entonces ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja. Martí Fluxá, diplomático de carrera, dejaría en 2000 este puesto para presidir la empresa ITP, que fabrica motores de aviación. Bajo su mandato al frente de las fuerzas de seguridad, Idígoras sería encarcelado para cumplir la condena de siete años impuesta a todos los de la mesa nacional por ceder sus espacios electorales a ETA. Esta pena fue más tarde revocada por el Tribunal Constitucional.
El segundo secundario que pasó al primer plano de la historia es Rufi Etxebarria, actual dirigente de EH Bildu y personaje clave en la izquierda abertzale de las últimas décadas. Etxebarria, que en aquel momento ya comenzaba a ser uno de los cargos de peso en HB, hizo de chófer en el vehículo que trasladó a Idígoras desde el País Vasco hasta La Zarzuela.
«Su Majestad»
El segundo encuentro entre el Rey y un miembro de la izquierda abertzale tuvo lugar en 2011, cuando el entonces diputado de Amaiur Xabier Mikel Errekondo asistió a la recepción real. El encuentro se producía dos meses después de que ETA hubiera anunciado en un comunicado que abandonaba la lucha armada. En ese contexto, Errekondo solicitó la implicación de la Casa Real en la resolución del terrorismo y le pidió que «como máximo representantes del Estado» se implicase en el proceso. El representante de la izquierda abertzale intentó ofrecer una visión nada agresiva del encuentro e incluso en las formas fue exquisitamente diplomático. «Me he reunido con su Majestad, Juan Carlos I, Rey de España», explicaría más tarde a los periodistas, utilizando la terminología oficial para referirse a la Casa Real. También confesó que el Rey no le producía rechazo.
Paradójicamente, las preguntas más incómodas para Errekondo tras el encuentro no se refirieron a la Monarquía sino a su amistad con el entonces Duque de Palma, Iñaki Urdangarin. El diputado de Amaiur y el yerno de Juan Carlos I -investigado en ese momento por supuesta corrupción y hoy ya en el banquillo de los acusados- habían jugado juntos a balonmano en la selección española y los periodistas se interesaron por su relación. Errekondo sorteó esta cuestión y se limitó a decir: «Hemos hablado de la situación familiar. Nos hemos preguntado por las correspondientes familias. Hemos respondido correctamente y ahí se ha acabado el comentario familiar».
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