Las dos caras del Barcelona de Flick; temible en ataque, endeble en defensa

Acudir al Camp Nou ha sido un suplicio durante más de tres décadas, pero los blanquiazules han demostrado que son capaces de pelear contra cualquier equipo hasta el punto de que Imanol también desbloqueó el hito de clavar una pica en el Camp Nou, territorio del que siempre salía trasquilado. Ahora, quiere hacer lo propio en Montjuic para dar otro mordisco en la clasificación.

Flick y sus niños son divertidísimos. Acumulan pases sin perder la bola, pero también son capaces del lanzarse al ataque al espacio corre que te corre. El que lidera e hilvana el juego es Pedri, que cuando no está sobre el tapete convierte al Barça a un equipo mucho más vulgar. Los azulgrana han celebrado esta temporada 120 goles en un total de 39 partidos o, lo que es lo mismo, mete más de tres tantos por encuentro. Un dato absolutamente tremendo que haría al Barcelona campeón de todo sin discusión si no descuidase su propia portería, aspecto a mejorar por Flick si quiere levantar la Orejona o la copa de la Liga.

Por poner el dato en perspectiva, el último Barcelona de Guardiola con Messi en su mejor momento, el de la campaña 11/12, hizo 190 goles con 2,9 tantos por partido, un balance peor que el actual. El problema para ese Barcelona es que Mourinho hizo cien puntos para llevarse la Liga. Este equipo es diferente puesto que del Busquets, Xavi e Iniesta se ha pasado a los Casadó, Fermín, Pedri y Gavi, otra estirpe de futbolistas mucho más ofensivos y verticales, pero obviamente de mucho menos fútbol control. Es ahí donde la Real puede tener su momento en Montjuic.

Si consigue resistir a las oleadas culés podrá sembrar el pánico en Can Barça en medio del carnaval porque el Barcelona está sufriendo para mantener su portería a cero y tiene desconexiones como se pudo ver ante el Atlético de Madrid en Copa. Tuvo diez minutos horrorosos al principio con dos goles y otros diez peores al final con otros dos tantos en contra. El resultado, 4-4. Pero no solo los colchoneros. Osasuna y Benfica también han sido capaces de marcarle un póker al Barcelona.

Un viejo conocido en Anoeta es el hombre fuerte de Flick en defensa. Iñigo Martínez está jugando el mejor fútbol de su carrera y ahora mismo es el número uno de esa zaga azulgrana, que sufre bloqueos que cuestan puntos y partidos. Es algo menos habitual que suceda cuando el vizcaíno levanta la mano para mandar en esa defensa. Tira el fuera de juego y todos le siguen, aunque, como cualquier otro equipo, también ha tenido tramos en los que no ha sido capaz de gobernar a sus guerreros.

El Barcelona perdió en Anoeta en la primera vuelta gracias al gol de Becker, al que echará de menos mañana Imanol como explorador de espacios, que diría Olabe. Flick apunta a rotar solo en la parte de atrás de su equipo con la posibilidad de que Balde deje hueco a Gerard Martín. Iñigo puede que también levante el pie para que Cubarsí y Araujo formen pareja de centrales. En el costado derecho aparece Koundé, otra vez a un nivel formidable.

Los azulgrana están en la pelea por la Liga y aunque a la Real no le compete los blanquiazules quieren aguar el 60 cumpleaños de Flick, que ayer invitó a comer sushi a toda la plantilla en un lujoso restaurante de la ciudad. Presidiendo la mesa estaba Lamine Yamal, un crío de 17 años al que le tuvieron que llevar en coche porque no supera la mayoría de edad. Serían buenas noticias que el de Esplugues de Llobregat fuese suplente. Ojalá en Montjuic se vea la cara malvada del Barça.