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En la vida nada es eterno. Todo tiene un inicio y un final. Casi 27 años después, la Real puede decir con orgullo que ha ... superado una eliminatoria europea para dejar atrás una racha muy larga, una maldición que le perseguía y pesaba como una mochila llena de ladrillos. Los txuri-urdin golearon a un Midtjylland menor en un partido absolutamente loco, lleno de imprecisiones y errores, donde se notó la calidad técnica de los nuestros y el desorden danés, algo impropio en la cultura nórdica. Pero esto es fútbol y no funciona como un reloj. Cinco goles en Europa no se marcan todos los días, y en medio de esta vorágine de partidos, hay que tomar tiempo para paladear triunfos como el de anoche. No se olviden que somos la Real, para lo bueno y para lo malo. El equipo no hacía una manita en competición continental desde el 0-6 al Vardar en la 17/18. Anda que no hemos cambiado desde entonces.
Va a ser imposible ver una primera parte más loca en toda la temporada. La Real salió en tromba, marcó dos goles, el Midtjylland estaba sacando la tarjeta de embarque rumbo a Herning y un penalti de Barrenetxea lo cambió todo. Cinco goles en 45 minutos. Hay partidos del torneo de fútbol siete de El Diario Vasco de los domingos que tienen más rigor táctico. Si los daneses se agarraron al helado y duro césped del MCH Arena, un resbalón de Bech hizo que Brais empujara a la red una presión alta y certera. Antes, al igual que en la ida, sobre el gallego cometieron penalti por pisotón. El autor fue Paulinho. No hubo pena máxima ni revisión.
La Real llegaba en oleadas y arrasando con todo lo que salía a su paso. En 17 minutos, los de Imanol tuvieron un penalti no pitado, el gol de Brais, un tres para uno mal resuelto, un cabezazo de Aritz solo desde el área pequeña, una jugada con hasta cuatro remates con Oyarzabal y Sucic como protagonistas y el primer gol del choque del croata, que empujó el cuero a la red tras recibir el esférico desde el costado izquierdo gracias a Barrenetxea.
Real Sociedad
Remiro, Aritz, Zubeldia, Aguerd, Aihen, Sucic (Pablo Marín, min. 48), Olasagasti (Turrientes, min. 67), Brais Méndez, Kubo (Becker, min. 67), Oyarzabal (Óskarsson, min. 83) y Barrenetxea (Zakharyan, min. 83).
5
-
2
Midtjylland
Lössl, Andersson (Mbabu, min. 46), Diao, Bech (Juninho, min. 46), Paulinho (Jensen, min. 60), Bravo, Dani Silva, Castillo, Osorio (Franculino, min. 74), Buksa y Simsir (Byskov, min. 74).
Goles: 1-0 min 4: Brais aprovecha un resbalón de Bech para marcar a placer. 2-0 min 17: Sucic culmina una buena jugada colectiva a pase de Barrenetxea. 2-1 min 23: Buksa, de penalti, engaña a Remiro. 2-2 min 37: Osorio fusila de primeras con la zurda. 3-2 min 45+1: Sucic marca con un disparo raso desde la frontal. 4-2 min 72: Oyarzabal, de penalti. 5-2 min 90+1: Óskarsson caza un centro perfecto de Zakharyan.
Árbitro: Serdar Gözübüyük, neerlandés. Rob Dieperink fue el árbitro VAR. Amonestó a Olasagasti en la Real y a Buksa y Paulinho en el Midtjylland. Expulsó con roja directa a Silva.
Incidencias: 27.728 espectadores en el Reale Arena.
El Midtjylland era una comparsa y eso que el carnaval es el siguiente fin de semana. Los txuri-urdin se vieron tan pronto en Inglaterra que se volvieron locos, quisieron marcar el quinto antes que el tercero y el cuarto, y en medio de tanto caos Barrenetxea tiró más leña al fuego.
Pasado de revoluciones, el donostiarra aplicó una R al club danés, que revivió cuando estaba muerto en la lona de Anoeta. Penalti meridiano sobre Castillo que Buksa se encargó de transformar. Entraron los nervios, las prisas, la precipitación y sobre todo la relajación, algo imperdonable en Europa y en un equipo de la talla de la Real. Y pese a todo, cinco golitos tiene la loba. En otra jugada de espaldas, Buksa hizo de boya de balonmano para dejarle el cuero de cara a Osorio. De primeras, por la escuadra, para sembrar el miedo en Anoeta. Imposible explicar lo visto sobre el verde. Las aguas volvieron a su cauce con un disparo potente de Brais desde la frontal antes del segundo gol de Sucic, que si afina la puntería se va a hinchar a hacer goles. Zurdazo a la red desde la frontal para poner fin a una primera parte que llevaba las firmas de Pepe Gotera y Otilio. Quince remates de la Real, siete de ellos a puerta. Bombardeo.
Acostumbrados a un equipo ordenado con Imanol, en el que cada detalle cuenta, el de ayer fue el típico partido de patio de colegio en el que todos querían marcar. Sin embargo, el goteo de ocasiones no fue tan exagerado en la segunda mitad porque la Real se adueñó del balón, imprimió la pausa que necesitaba la eliminatoria para no meter al Midtjylland en el partido. Y ahí, en ese juego de control y cuidar todo lo que sucede sobre el tapete, Oyarzabal es el rey. No hay nadie mejor que él. En otro robo alto el capitán y todos los presentes sabían que los daneses iban a cometer penalti, incluso Juninho, que derribó por detrás al eibarrés. Otra pena máxima para dentro, y van...Byskov remató al palo en medio de la fiesta, redondeada con sonrisas fichadas de fuera que deberían marcar las diferencias en la Real del futuro. Centro exquisito con la zurda de Zakharyan, otro gol calcado de Óskarsson, que sabe cómo y dónde debe colocarse en el rectángulo del área. No se puede normalizar que la Real haga cinco goles en Europa y no darle valor a lo conseguido, por mucho que fuese un rival menor. En la grada ya se acordaron hasta del Real Madrid. Primero Leganés.
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