La Real Sociedad afronta un calendario al estilo de la NBA

La escuadra realista va a tener una agenda casi calcada a la de los equipos de la NBA, que deben jugar 82 partidos en apenas siete meses de competición. Muchas semanas tienen tres partidos, incluso hay algunas con cuatro. En el caso de la Real, va a disputar encuentros ininterrumpidamente el fin de semana y entre semana. Se entra en una fase del campeonato donde posicionarse en LaLiga, ya que hasta el parón se habrán disputado quince jornadas. En cuanto a la competición europea, la fase de grupos de la Europa League se acabará el 3 de noviembre con el último partido ante el Manchester United en el Reale Arena. La Real sabrá antes del parón cuál es su posición y si se mete directamente en octavos de final -si acaba en primera posición- o tiene que disputar una eliminatoria como le sucedió la temporada pasada si termina segunda de grupo; o si es tercera y cae a la Conference League, aunque después del pleno de puntos, esta opción parece que se desvanece.

La mitad de los partidos se disputarán en el Reale Arena, que albergará duelos interesantes contra equipos como Villarreal, Betis, Valencia y el citado ante los 'diablos rojos', que se puede convertir en el choque más importante desde la remodelación de Anoeta si sirve para dirimir el primer puesto en el grupo. En total la escuadra blanquiazul va a afrontar ocho encuentros de Liga, cuatro de Europa League y uno de Copa del Rey.

Esta peregrinación de encuentros sin descanso comienza el domingo 2 de octubre, cuando la Real se medirá en Montilivi (18.30 horas) al Girona. Su siguiente partido, el jueves 6, será el desplazamiento a Chisinau, capital e Moldavia, donde espera el Sheriff en la tercera jornada de la Europa League (18.45 horas), un partido clave que va a calibrar si los de Imanol pueden seguir comandando el grupo. Siete días después los moldavos visitarán Anoeta el jueves 13 de octubre a las 9 de la noche, y entre ambos encuentros, será el Villarreal quien visite el feudo donostiarra, el domingo 9 de octubre a las seis y media de la tarde.

Posteriormente habrá un ligero parón en la competición continental pero la Liga aprovecha para colocar un encuentro entre semana. Así las cosas, los pupilos de Imanol viajarán a Vigo el domningo 16 de octubre, sin hora por determinar en este momento. Después, ese miércoles -aunque puede haber alteración dependiendo de si el choque de Balaídos se juega a las dos de la tarde por ejemplo- recibirá en Anoeta al Mallorca y el 22 o 23 de octubre rendirán visita al estadio de la pulmonía, donde esperará el Valladolid. A priori tres encuentros asequibles y un punto a favor de la Real será que sus rivales no están acostumbrados a disputar tres encuentros en una semana y para esas alturas los txuri-urdin llevan ya una master-class de partido cada tres o cuatro días.

Tras el choque de Zorrilla, restarán otros seis encuentros. Estos sí que son de máxima dificultad para la escuadra guipuzcoana. Deberá viajar hasta Chipre, donde esperará el Omonia en la penúltima jornada de la Europa League el jueves 26 de octubre (21.00 horas). Cuatro días después el fútbol volverá a Anoeta y será el Betis el rival de los realistas. Posteriormente llegará un encuentro muy esperado, el que cierra la liguilla de grupos de Europa, ante el Manchester United en el Reale Arena. Puede que sea un choque histórico si sirve para que los de Imanol puedan acabar primeros de grupo. El siguiente fin de semana, el del 6 de noviembre, el Valencia de Gattuso será el rival de los realistas, que pondrán el broche liguero a esta serie casi interminable de partidos el domingo 9 de noviembre en el Sánchez Pizjuán de Sevilla. Una traca final de encuentros ante rivales de tronío (Betis, Mánchester UTD, Valencia y Sevilla).

La guinda a este calendario más propio de Los Angeles Lakers o de los Boston Celtics será el debut en la competición copera. El fin de semana del 12 o 13 de noviembre la Real arrancará la Copa fuera de casa ante un rival de menor categoría. Desde que cambió el formato del torneo, con eliminatorias a un partido salvo las semifinales, la Real se ha medido al Becerril (0-8), Córdoba (0-2) y Panadería Pulido (0-4) en su primera comparecencia. Si solventa esta primera ronda, la segunda será ya en 2023.

Ni que decir tiene que en estos trece encuentros en apenas mes y medio, Imanol Alguacil tendrá que echar mano de todos sus jugadores para que haya piernas frescas en cada partido, lo que se conoce popularmente como fondo de armario. Algo habitual en esta época de entrada en otoño, con mañanas frescas y temperaturas agradables durante el día, aunque siempre con el riesgo de lluvia. A su vez, se intentará minimizar lo más posible el tema de lesiones aunque estas suelen llegar en el momento menos esperado. En el otro lado de la balanza está que dos jugadores importantes como Carlos Fernández y Robin Le Normand, ahora mismo en la enfermería, volverán al verde y el oriotarra contará con más elementos para, como le gusta decir «alinear al mejor once posible para cada partido». En este calendario inhumano, los jugadores importantes deberán descansar y seguro que hay oportunidad para todos.

Esa llamada segunda unidad adquiere una especial relevancia y quién sabe si las conocidas rotaciones llegarán en competición continental y no en la Liga en caso de que los próximo resultados de Europa sean buenos. Hasta el momento, el técnico oriotarra ha echado mano de 24 jugadores, dos menos que la pasada temporada en los ocho primeros partidos oficiales disputados. Lo que está claro es que en Europa, el tramo de partidos resulta definitivo, y en el torneo doméstico servirá para colocarse en una buena posición.