Javier B.F. era un hombre muy conocido y querido entre los aficionados a la montaña de Jaca y ese cariño quedó patente ayer en ... el tanatorio de la localidad oscense, hasta donde se acercaron numeros integrantes de los diferentes clubes de montaña de la zona para dar el último adiós a su compañero de aventuras.
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En el tanatorio, además de su pareja, también estuvieron presentes sus antiguos compañeros de la comisaría de la Policía Nacional de Jaca, grupo al que Javier perteneció hasta el año pasado antes de trasladarse a Gipuzkoa por el trabajo de su novia, agente de la Policía Municipal de Irun. A última hora de la tarde los restos mortales del vecino de Donostia de 47 años fueron trasladados a Leganés, su tierra natal.
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