El sol y las vacaciones de Pascua multiplican el 'efecto opila'

Como viene siendo habitual cuando el tiempo acompaña, el párroco se ha subido a un pequeño escenario colocado junto a la fachada de la parroquia para dar una breve misa de menos de un cuarto de hora. En tono cordial, para una audiencia mayoritariamente infantil, Jiménez ha dado las gracias por un día «tan formidable» y ha hecho un llamamiento a compartir la opilla con los seres cercanos y a no dejar residuos en las campas de Guadalupe o de San Marcial.

Sabedor de que algunos ya le habían hincado el diente al bizcocho, ha itido entre risas que las «opilas saben igual sin bendecir», aunque ha dado importancia al acto mismo de la bendición y ha incidido en que hay que ser agradecidos con las madrinas.

Con el repique de campanas de las 11.15 horas, cientos de personas han alzado sus opilas al cielo azul para recibir unas gotas del agua que fue bendecida en el Sábado Santo.

Posteriormente, el propio Fernando Jiménez ha subido al monte San Marcial donde ha llevado a cabo otra bendición para decenas y decenas de personas que han abarrotado la ermita. Eran sólo una parte de los muchísimos irundarras a lo alto de Aldabe a disfrutar de la jornada.

Es habitual que para San Marcos muchas personas cojan el día libre para disfrutar de la opila con los txikis de la casa, que, en otros casos, pasan la jornada con aitonas y amonas. Con buen tiempo, no sólo se llenan las mesas y las campas de San Marcial, también otras zonas aptas para el picnic en Ibarla, en Osinbiribil...

Que el 25 de abril de este año haya caído dentro de la semana de Pascua ha facilitado los planes en familia y que se haya disfrazado de jornada estival ha hecho de este viernes un día de disfrute masivo.

Más allá de los espacios naturales que las familias llenan de opilas, también las calles y plazas, y sobre todo las terrazas hosteleras, se han visto plenas de actividad. Hosteleros del centro lo atribuían sobre todo al buen tiempo. «Que estamos aún en periodo de vacaciones ayuda, pero la clave es el sol. Si llueve es un día un poco sin más, pero cuando hace bueno, la gente en San Marcos sale y se pasa el día en la calle», aseguraba uno de ellos.