Kevin Spacey ha vuelto, pero muchos no lo quieren ver ni en pintura, y menos aún en pantalla. El actor recibió este martes un premio en Cannes en reconocimiento a su carrera, concedido por la organización Better World Fund, una entidad sin ánimo de lucro, pero muchos compañeros de oficio le hicieron el vacío. Spacey sigue siendo un apestado pese a haber sido absuelto de la acusación de agresiones sexuales, aunque su calvario judicial está sembrado de cruces. Prueba de que a Spacey no lo quieren ni en casa es que, durante el homenaje, ninguna figura de relumbre se acercó a la gala, celebrada en el hotel Carlton, en medio de La Croisette.
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El hombre que dio vida a Frank Underwood en 'House of Cards', papel al que tuvo que renunciar al ser despedido por Netflix, se siente víctima de una caza de brujas. Spacey adujo que su caso es similar al de Kirk Douglas, perseguido por el macartismo cuando desafió a la censura al contratar a Dalton Trumbo para que escribiera el guion de Espartaco (1960).
La rehabilitación de Kevin Spacey está tardando en llegar. Después de que se convirtiera en objetivo del movimiento MeToo, el intérprete ha sido homenajeado en el Festival de Cine de Taormina y ha actuado en el thriller 'The Awakening', pero los intentos de enmendar su reputación no han cuajado. De hecho, alega ser un Trumbo del siglo XXI. «Sabemos lo que eso significa, ¿verdad? Significa que no pudo encontrar trabajo como guionista en Hollywood durante 13 años». Para el protagonista de American Beauty, se puede ser un héroe en la pantalla y un paria en la vida. «He aprendido mucho de la historia: se repite con mucha frecuencia. La época de la lista negra fue terrible en nuestra industria y debemos aprender de ella para que no vuelva a ocurrir», sentenció.
Para Spacey, pintan bastos en Hollywood, donde unos 475 profesionales fueron objeto de escarnio al lanzarse sobre ellos maledicencias y acusaciones falsas que destruyeron sus vidas. «Hoy nos encontramos de nuevo en la intersección de la incertidumbre y el miedo en la industria cinematográfica». Y acabó parafraseando la canción de Elton John I'm Still Standing (Todavía estoy en pie).
El dos veces ganador del Óscar por 'American Beauty' (1999) y 'Sospechosos habituales' (1995) estaba en la cima de la popularidad y era uno de los actores más cotizados cuando, en 2017, una acusación arruinó su carrera. Pese a que en el Reino Unido fue absuelto y hace tres años no prosperó una demanda civil en Nueva York, ha sido acusado por más de 30 hombres de conductas inapropiadas. Entre ellos figura Guy Pearce, actor australiano que ha participado en el reparto de 'The Brutalist'. Mientras tanto, Kevin Spacey intenta limpiar su nombre en el cine. Aparte de 'The Awakening', están pendientes de estreno las películas 'Gore' y '1780'.
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