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Era 2002, Odón Elorza seguía siendo alcalde y esa noche no sabía dónde meterse, completamente avergonzado. Pero ella, María Jiménez, curtida en todas las ... batallas, seguía cantando: «Cumpleaños feliz...». Cuando terminó, la cantante aún tuvo otra chispa de ingenio. «Alcalde, tenemos mucho en común, porque yo vivo en Villaviciosa de Odón». Elorza, con tanta velocidad como amabilidad, se largó del plató. «Muchas gracias, María». Fue una de las grandes noches de Keridos Monstruos en la teletxikita. Nos gustaban los cócteles explosivos y ese día funcionaron. La primera parte del programa era una entrevista con Elorza y la segunda, una charla con María Jiménez, que venía a San Sebastián en su enésima reinvención.
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El día siguiente era el cumpleaños del alcalde y propusimos a la artista que entrara por sorpresa al plató y cantara 'cumpleaños feliz' en una versión koxkero-folklórica del 'happy birthday' de Marilyn a Kennedy. Y lo hizo, con todo su garbo, ante un cariacontecido Odón. Luego entrevistamos a la Jiménez y dio un recital de casta. Su equipo había sugerido que en vez de agua pusiéramos whisky en la taza. Y ahí estuvo, una salerosa media hora. «¿Ya se acaba?», protestó. «Si aún tengo mucho que contar...». Esa fuerza de la naturaleza, la mujer que entre otras cosas dio nuevos bríos a los clásicos de Sabina, se ha apagado esta semana. Hoy recordamos que una de sus '19 días y 500 noches' bien pudo ser la de Teledonosti.
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