Barullo y guirigay

Pues esa panda de frikis, locos por acaparar pantalla, todos chillando a la vez, interrumpiéndose continuamente, buscan tocar temas nimios que solo ellos intentan convertir en noticia, como la relación de Isabel Pantoja con su hija, o la reaparición de Rosa Benito. Vamos, como un 'Sálvame' pero con más medios, en un decorado de diseño y con técnicos colándose a la carrera por el fondo del plató.

Por no hablar de la ignorancia, incluso de alguna presentadora, como ese primer día con un interminable desfile donde dijo que estaban en Prado del Rey: '¡Aquí nació la televisión!'. Si se hubiesen mantenidos en pie aquellos estudios del madrileño Paseo de La Habana, convirtiéndolo en un museo de la televisión, en lugar de rendirse a la especulación inmobiliaria construyendo un hotel de lujo, habrían temblado sus cimientos.

TVE busca la audiencia que le había abandonado temporadas anteriores y para ello ha decido seguir la línea que había marcado Telecinco y su apuesta por la telebasura. Una decisión discutible que habrá que ver que resultados de audiencia da, pero que para una televisión pública es una desgracia. Pero ya puestos, podían encerrar a toda esa panda de frikis chillones en una casa a lo 'Gran hermano', o llevársela a una 'isla de las tentaciones' y que se despellejen entre ellos. Eso sí que sería todo un gran espectáculo.