

Secciones
Servicios
Destacamos
Pisa está para entrar a vivir. Quitando una torre a la entrada de la ciudad que parece que se va a caer, la ciudad es ... magnífica. Llueve. A mares, como es normal en la que fue república 'marinara', como Amalfi, Génova y Venezia. Pisa, salta a la vista, no tiene mar, lo que no fue inconveniente para que dominara el Mediterráneo.
Llueve en la Toscana y Juan Ayuso se presenta en la salida de la crono en Lucca, patria chica de Mario Cipollini, otra ciudad para quedarse a vivir, con la idea de poner recto todo lo que esté torcido. La general del Giro, antes que nada. Tras la etapa del sterrato en Siena, el alma teatral de la carrera y de los italianos ya había dispuesto el escenario para el duelo fratricida entre Ayuso y Del Toro, compañeros en el UAE. El telón del teatro Verdi, listo para levantarse para la función.
El alicantino se quedó atrás en los caminos de tierra y cedía un minuto largo que podía cuestionar su posición dentro del equipo, ante una nueva perla aún más joven que él. Del Toro, ganador del Tour del Porvenir en 2023, tiene 21 años. Ayuso, 22. No estaba en juego el triunfo en el Giro, pero sí el equilibrio. Y Ayuso reestableció el orden. Con una actuación convincente, metió 48 segundos a su compañero en 28,6 kilómetros y queda a 25 en la general. Su condición de líder del UAE está a salvo, aunque Del Toro, que hizo una crono mala, llevará la maglia rosa unos días más.
Su gran rival, Primoz Roglic (Red Bull-Bora), fue el mejor de los favoritos. El ganador del Giro de 2023 sacó 19 segundos a Ayuso y es quinto a 1:18 de Del Toro, apenas 53 segundos detrás de Ayuso. La general sale totalmente perfilada, con cuatro corredores de UAE entre los siete primeros: Del Toro, Ayuso, McNulty y Yates.
Xabier Mikel Azparren (Q36.5) fue décimo. El donostiarra cedió 54 segundos ante el sorprendente ganador de la crono, Daan Hoole (Lidl-Trek), que se aprovechó de salir antes de que comenzara a llover pero aun así firmó una gran actuación al rodar a una media de 52,8 kilómetros por hora.
Azparren se mostraba contrariado: «Se me han soltado los acoples a cuatro kilómetros de la meta. Es una pena porque no sabes si vas en tiempos de ganar. La radio tampoco me funcionaba y he ido sin referencias. He tenido muy buenas piernas, pero la suerte no me ha acompañado».
Ayuso devolvió la aguas a su cauce y los remeros de la Società Canottieri Arno pudieron seguir remando en el río, como hacen desde 1905. De los astilleros de Porta a Mare, río arriba hasta a iglesia de San Michele degli Scalzi, donde la torre que parece que se va a caer, de mil años y cinco grados más inclinada que la famosa donde ayer pusieron la meta.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
¿Por qué ya no vemos tantas mariposas en Cantabria?
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.