Un abrazo siempre dice mucho

No es para menos. Los de Aspe habían acariciado con la punta de los dedos la victoria en dos de los tres primeros partidos del Parejas, pero no fue hasta este lunes en el Beotibar de Tolosa cuando consiguieron estrenar su casillero de puntos. Ya luce el uno. Y ya llueve menos porque no quedan parejas sin puntos. «Ha sido una liberación, sí, durante la semana le des vueltas porque ves al resto de parejas sumar y tú eres incapaz de hacerlo», declaró Peio Etxeberria en los vestuarios. El de Zenotz volvió a pecar de alegría y confianza, puesto que entró demasiadas veces en pelotas que eran claramente para su zaguero, lo que le hizo cometer errores groseros.

Fue así como se mantuvieron en el partido unos erráticos Laso e Imaz. Especialmente el de Bizkarreta, que tuvo una «decepcionante» tarde pese a que terminó el choque con once tantos hechos. No ocultaba su extraño momento de forma. «Llevamos varios partidos a contracorriente, pero yo no he estado cómodo en la cancha. He estado mal, no ha sido mi partido. Lento de piernas, parecía que no estaba en la cancha, no acierto tampoco con los tacos... cuando estás falto de confianza las cosas no salen como tú quieres. Lo mejor es que estamos ahí con dos puntos. Ander ha jugado muy serio todo el partido, pero yo no. Tengo que reflexionar». Cortita y al pie.

Por momentos, dio la sensación de que el partido se les podía escapar a Etxeberria-Rezusta. Dominaron prácticamente todo el choque a sus rivales, los tuvieron a su merced, en parte, gracias a los pelotazos de Rezusta buscando a Imaz. Laso no quitó ni una sola pelota a su compañero, que terminó exhausto. Tuvo oportunidad para ello, pero cuando no tienes confianza no te atreves a realizar acciones aparentemente sencillas. Fue Rezusta el mejor de los cuatro pese al gran inicio de Etxeberria. Para guardar dos tantos del delantero navarro, ambos con bellos remates jugando al despiste. Preciosa su parada en el ancho en el 0-4, mejor aún un gancho a contrapié en el 4-8. De aplaudir.

No obstante, los colorados consiguieron maquillar el marcador. Los números de los dos delanteros fueron muy similares, si bien las sensaciones decían lo contrario. Peio, valiente. Laso, cohibido y con el brazo agarrotado. El de Aspe concluyó con diez tantos hechos, otros dos de saque y cuatro fallos. El de Bizkarreta firmó once y uno de saque, pero cinco errores. Muchos para pelotaris de su calidad.

El partido se igualó varias veces, sobre todo con el 13-14, pero los azules volvieron a volar en busca de su primer punto. Tampoco está Imaz para demasiados trotes, muy lejos de su nivel. Es un pelotari que tiene que estar en un punto de forma óptimo para rendir y ser decisivo y no parece en ese punto de cocción. Su volea en el 18-22, sencilla desde el cuadro cinco, no encontró el frontis del Beotibar. El abrazo con Laso fue distinto.