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No había ninguna feria, pero los alrededores de Ficoba de Irun presentaban ayer a primera hora de la mañana una imagen parecida a la de ... cualquier evento importante de los que acoge este recinto. Más de dos mil personas estaban apuntadas a los exámenes de Correos para lograr un puesto fijo y cientos de opositores hacían cola ordenadamente a las nueve menos cuarto de la mañana para ocupar su sitio. Las plazas para el servicio postal no son estrictamente de funcionarios públicos, sino de personal laboral fijo, pero están consideradas, como explica Correos, como «empleo público». Una posición laboral muy atractiva en los últimos tiempos para los trabajadores por sus condiciones laborales, algo que preocupa a las empresas privadas, que observan en ello una dura competencia.
«He estado de eventual en Correos y he estado muy a gusto. Las condiciones están bien y me gustaría dar un salto y conseguir una plaza fija», explica el joven donostiarra Ander Martín, a la salida de Ficoba. Martín fue uno de los 865 guipuzcoanos inscritos, que compartieron sala con personas de distintas comunidades, sobre todo de Bizkaia, hasta un total de 2.368 convocados en turnos de mañana y tarde. En juego, 573 plazas fijas en Euskadi, 177 de ellas en Gipuzkoa. El opositor salió contento de la prueba, aunque «siempre uno piensa que lo puede hacer mejor», y confiaba en tener una buena puntuación en los resultados que estaba previsto que se conocieran anoche.
Martín ha trabajado en Correos de cara al público en distintas oficinas de la capital guipuzcoana, y confía en seguir haciéndolo, pero ahora con su plaza fija y cumplir con su vocación de «trabajar en atención a la gente». Por su experiencia, también se ha sentido bien tratado en otras empresas, pero este donostiarra de 25 años entiende que lograr una plaza fija en una entidad de carácter estatal como Correos (que también es sociedad anónima) es una gran oportunidad.
Lo mismo desea otro vecino de San Sebastián, Félix Hernández, este de 58 años y que aspira a seguir trabajando de cartero pero con la estabilidad de un empleo fijo. «Trabajar en una empresa como Correos es una buena oportunidad y me gustaría tener esa plaza fija que me facilite la vida». Para ello puso todo su empeño ayer en Irun. Le hubiera gustado haber podido preparar más la prueba pero esperaba obtener su fruto. Con experiencia laboral, ha conocido también la empresa privada y tuvo buenas condiciones, pero no es ajeno al atractivo actual del empleo de carácter público como los golosos 7.757 puestos fijos en toda España que ofrece Correos. Y es que además de las pruebas en Irun, otras 44 sedes ubicadas en localidades de 28 provincias y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla convocaron exámenes similares. En el conjunto del Estado se presentaron 84.000 personas. Todas estas plazas están convocadas para el desempeño de funciones como el reparto de envíos, las tareas logísticas y la atención al cliente en oficinas.
El domingo fue también de nervios a las puertas del resto de sedes ya que la celebrada ayer era una de las convocatorias más esperadas para acceder a un trabajo en la empresa pública. Tras meses de preparación, más de 84.000 personas se presentaron a las pruebas con las que se busca cubrir esas casi ocho mil plazas que constituyen la mayor oferta de empleo de Correos en décadas, y que se enmarcan dentro de los planes de reposición aprobados para los años 2020 y 2021.
Tras los exámenes celebrados este domingo -de carácter eliminatorio- el proceso de selección para el servicio postal se completará con una fase de méritos posterior, en la que se valorará la experiencia, los permisos de conducción (en su caso), los idiomas y la formación necesaria para el adecuado desempeño del puesto de trabajo.
Pese a tratarse de la mayor convocatoria de los últimos años en Correos, los sindicatos se han mostrado estas semanas muy críticos con el número de plazas ofertadas. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) estima que Correos necesitaría unos 10.000 empleados más en la actualidad. Critican además una tasa de temporalidad que supera el 25%, con la destrucción de «uno de cada tres puestos de trabajo en los últimos años», sin que se cubran muchas jubilaciones, traslados o bajas médicas. CC OO añade que los 110 millones de euros aprobados por el Gobierno para el servicio postal siguen siendo «insuficientes» para un servicio de calidad.
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