«Compramos empresas para integrarlas, no para trocearlas»

A diferencia de otras multinacionales que desembarcan en el mercado español dejando islas operativas y marcas inconexas, Zucchetti se ha esforzado en construir una organización cohesionada. «La clave está en la fusión real. Las personas se integran en un mismo organigrama, con una única estrategia de I+D y un plan común para ir al mercado», afirma. Esa política ha requerido una fuerte inversión inicial, pero ha dado sus frutos: de 4,5 millones han pasado a facturar 24 millones de euros. «Somos un 'player' potente, con sede en Euskadi, y con ambición de liderar».

Y es que mantener la sede en Euskadi no es un detalle menor. «Nuestro origen está aquí, y para nosotros es importante conservarlo. Nos sentimos parte del tejido industrial vasco. Aquí conocemos el mercado, las instituciones, y hemos desarrollado una forma de trabajar que nos representa», asegura. Hoy, la sede principal se encuentra en Derio, pero casi dos tercios de la plantilla total de la compañía se emplea en la planta de Donostia. La empresa también cuenta con oficinas en distintas partes del Estado.

La actividad principal de Zucchetti Spain gira en torno a dos grandes bloques: software de gestión empresarial (ERP) y soluciones de recursos humanos —nómina, gestión del talento, portal del empleado— a los que se ha sumado recientemente un módulo de gestión documental y firma electrónica. «El sector industrial sigue siendo el que más pesa por nuestro origen, pero ahora trabajamos con empresas de todos los sectores: alimentación, bodegas, hostelería, banca, logística, instaladores…», enumera Martínez. «Queremos estar donde estén las necesidades de transformación digital».

Y en ese terreno, la inteligencia artificial empieza a marcar la diferencia. «Ya no se trata solo de automatizar tareas. Ahora, con IA, puedes pedirle al sistema que actúe con lenguaje natural». Este tipo de instrucciones, que hasta hace poco parecían futuristas, ya están en fase piloto en sus soluciones. «La mejora de productividad es enorme y el riesgo de error se reduce mucho», señala. De hecho, la compañía ha sido recientemente premiada por implementar estas tecnologías en su solución de nómina.

Pero si algo preocupa en Zucchetti es el reto de atraer y fidelizar talento. «Todos quieren ingenieros y ahora las ofertas te llegan al ordenador mientras trabajas», explica Martínez. Por eso han puesto en marcha una estrategia de cantera que llaman Aula Zucchetti, en colaboración con universidades y centros de formación. «Les formamos, les integramos, y si encajan, se quedan. Yo mismo empecé así hace 26 años», asegura Idoia Calonge, directora de Gestión de Personas de la compañía.«Hemos integrado ocho compañías, cada una con su cultura. El reto ha sido construir una cultura común».

Entre las medidas implantadas destacan el modelo híbrido de teletrabajo, con hasta tres días por semana, horarios flexibles, jornada intensiva en verano y los viernes, y adecuaciones personalizadas para facilitar la conciliación. «Cada persona y cada momento vital son distintos. Hay quien odia teletrabajar y quien no quiere volver nunca a la oficina. Nuestro trabajo es acompañarles en lo que necesitan».

Ese enfoque más humano y transversal se ha visto reforzado gracias a la colaboración con Fabrika, el centro de alto rendimiento impulsado por Adegi. «Ahora mismo el 30% de la plantilla está participando activamente en un proyecto con ellos para transformar nuestra cultura organizativa», explica Calonge. «Queremos construir una cultura única, real, que nos una como empresa. No solo cumplir con objetivos, sino compartir un propósito». «Nuestro mayor activo son las personas. Y sabemos que, para que se queden, tenemos que adaptarnos a sus prioridades».